En el caserío «Cambural» del Municipio Torres del Estado Lara, nació Wilmer Colmenárez hijo de la Sra Adolia Suárez quien era una larense de pura casta y cepa por dondequiera que se le mirara y se le buscara. Wilmer Colmenárez llegó a vivir al Barrio «San José» a comienzos de la década de los años 70 siendo aún adolescente pero demostrando ser un jóven emprendedor que caminaba siempre hacia adelante con la vista puesta en alto mirando el futuro con voraz apetito de bienestar y progreso lo que rápidamente lo llevó a realizar en compañía de su adorada madre el trabajo de la economía informal en los mercados público municipales de «Altagracia» y «San Juan» en donde fué adquiriendo una gran experiencia como comerciante. En los actuales momentos Wilmer Colmenárez es propietario de una prestigiosa red de zapaterías ubicadas en varios sitios estratégicos de la ciudad en donde ha colaborado y contribuido con el desarrollo comercial y el progreso económico de Barquisimeto y creando muchas fuentes de trabajo para los barquisimetanos.
Lo más resaltante y admirable de Wilmer Colmenárez es que su prestigio como un empresario exitoso y su solvente posición económica no lo han hecho cambiar su comportamiento porque sigue siendo un hombre sencillo y de trato cordial que sigue apreciando y estimando con el mismo afecto y cariño a toodos sus amigos de su adolescencia y adorando a su amado e inolvidable Barrio «San José» a quien siempre visita con bastante frecuencia para encontrarse y compartir con sus grandes amigos. Actualmente Wilmer Colmanarez se detiene un momento de todas sus actividades diarias como empresario para mirar hacia atrás y ver con beneplácito que su siembra fué buena donde el árbol que Él sembró y dió sus buenos frutos.. Wilmer Colmenárez camina triunfalmente con denuedo por la ruta que el destino le marcó donde ha logrado una trayectoria exitosa como empresario a la que muy bien pudiéramos considerar como un verdadero «cuento de hadas» y una verdadera y Divina Bendición de Dios como recompensa a sus esfuerzos, su constancia y su dedicación.
Esta reseña es la semblanza de Wilmer Colmenárez quien jamás ha caído ni caerá nunca en la adulancia y el servilismo porque sabe perfectamente que cuando un hombre cae en la bajeza de la adulancia y el servilismo se convierte en prisionero de la humillación porque ha perdido la moral, la dignidad, la autoestima y no se merece el respeto de nadie. Wilmer Colmenárez es un orgullo para el Barrio «San José» porque en esta comunidad se formó en un humilde hogar pero con gran educación ética y moral y respetuoso de todos los preceptos de nuestra Iglesia Católica y la fé cristiana. Por eso Nuestro Adorado Divino Dios lo ha convertido en un boyante empresario como premio a su constancia y dedicación al trabajo. Wilmer Colmenárez es un hombre humilde y la humildad siempre conduce a la grandeza. Finalmente digo que Wilmer Colmenárez nunca ha sido ni será jamás un hombre soberbio porque sabe perfectamente que la soberbia nunca baja de donde subió pero al final siempre cae de donde sube. Para mí, Alí Ramón Delgado, es un altísimo honor y un gran orgullo ser amigo de Wlmer Colmenárez a quien considero como…UN AMIGO DE 18 KILATES.
Alí Ramón Delgado
