«Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen». Juan 10:27
La verdad, tomo el título de la hermosa canción que interpretaba el famosísimo Turley Richard con el objeto de llamar la atención de todos, especialmente de aquellos que pasan de los 60,70 y 80años, entre los cuales se encuentran mis amados “ancianos” hermanos. Waldo, Edner, Fidias, Selma, Berna, mi persona, Wilfredo (mi gemelo) y el benjamín Alonso. Los que quedamos del LEGENDARIO “Charrascal”. “Ésta es la casa” “La Casa que ya no está”, “La 27”. Y lo hago de esta manera por cuanto les amo entrañablemente… Pero nuestro DIOS les ama aún más. Entregó su vida por nosotros en la persona del unigénito Jesucristo, a través de la cruenta cruz del calvario para perdón de nuestros pecados y regresarnos nuestro hogar celestial. La Tierra nueva.
Ahora, si se dan cuenta, el título lo coloco con una interrogante mas no como una afirmación, por cuanto esa es la verdad. ¿Será que realmente escuchamos la voz de Jesús? ¿Será que por lo menos tenemos la inquietud de llegar a obedecer su voz y sus recomendaciones que resuenan claramente a través de su Santa Palabra, La Biblia, Las Sagradas Escritura?. ¿Será que realmente amamos a nuestro Señor Jesucristo? Solo en 2 versículos DIOS lo deja muy claro. Dice: ” Si me amáis obedece mis mandamientos” Juan 14:15. “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.”1Juan 2:14,15. ¿Mas claro?
Les cuento. El canto bullicioso de la CHICHARRA o también llamada Cigarra que escuchamos en alguna época del año, es entonado solo por los machos para atraer a las hembras. Y aunque el sonido es emitido a cualquier hora del día, es más frecuente e intenso al anochecer y al amanecer. Por otro lado los estudiosos informan que cada especie emite un sonido propio, característico y su elaboración es producido por un aparato estridulatorio situado en los costados del primer segmento abdominal, que consta de membranas quitinosas llamadas timbales y de sacos con aire que funcionan como cajas de resonancia. ¿Cómo les parece?
De las chicharras aprendemos lecciones que Dios nos enseña. Así, como el canto de los machos, es un canto de amor exclusivo para el llamado de las hembras. Así es el canto persistente de Dios para sus hijos. Para quienes andan en un mundo de confusiones teológicas. Para quienes, tozudamente se resisten a doblegar su yo y se alejan más de él. Tristemente argumentan principios eclesiásticos arraigados por presión de la costumbre, la tradición o la influencia familiar. Pero Dios no pierde la esperanza que ellos vuelquen sus querencias hacia ÉL y sean salvos. Él no se rinde y siempre está allí, lanzando sus “dardos de amor” para quienes necesitan de su piedad y su poder. Es por ello que debemos afinar el oído cada día. La chicharra hembra es muy sabia se aferra al sonido que le lleva a “las alas de su amado”. Y si Ud. es del redil del Señor, entonces reconocerá su voz y obedecerá. Si no, aún sin darse cuenta, seguirá escuchando llamados extraños que lo alejan de la Verdad Verdadera. Definitivamente el SEÑOR afirma «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen». Juan 10:27.. ! Así de sencillo! “Inglaterra tiene dos libros- La Biblia y Shakespeare- Inglaterra hizo a Shakespeare, pero la Biblia hizo a Inglaterra.” Víctor Hugo. Poeta. ¡Hasta el próximo artículo Dios.
William Amaro Gutiérrez
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