En los últimos años, Venezuela ha experimentado un preocupante aumento de casos de ludopatía, una enfermedad que afecta a quienes no pueden controlar el impulso de jugar. La reapertura de casinos y la proliferación de apuestas online han exacerbado esta problemática, generando consecuencias devastadoras en la vida de muchas personas y sus familias
Lo que comenzó como una inocente invitación al bingo se convirtió en una espiral descendente hacia la Ludopatía para Pilar (nombre que usaremos para resguardar el nombre de nuestra entrevistada). Su historia es un crudo relato sobre cómo una adicción puede consumir vidas, destruir familias y llevar a la ruina financiera.
Todo empezó hace 18 años, cuando Pilar, enfrentando una crisis matrimonial, buscaba una distracción. La vecina, con la mejor intención, la invitó al bingo, un juego que, según la protagonista, está diseñado para enganchar a los jugadores. Las pequeñas ganancias iniciales y los cartones gratuitos la atraparon en un círculo vicioso, y pronto se encontró yendo al bingo todos los días.
La adicción evolucionó rápidamente. Las tragamonedas, con su naturaleza solitaria, se convirtieron en su nueva obsesión. La emoción de apostar y la sensación de aislamiento que proporcionaban las máquinas la alejaron aún más de su realidad. La progresión fue inevitable: del bingo a los juegos de casino más complejos, como el póker y el blackjack.
Las consecuencias fueron devastadoras. Perdió su matrimonio, su casa, su carro y su trabajo. La mentira se convirtió en su compañera inseparable, tejiendo una red de engaños para ocultar su adicción a su familia y amigos. La desesperación por recuperar las pérdidas la llevó a gastar cada vez más dinero, sumiéndose en una deuda cada vez mayor.
La protagonista describe vívidamente cómo la Ludopatía afectó su vida diaria: la obsesión por el juego, la incapacidad de controlar los impulsos, la mentira compulsiva y la pérdida total de control sobre su vida. Sin embargo, en el fondo de su desesperación encontró una salida: Jugadores Anónimos.
«Este programa me permitió darme cuenta de que estaba equivocada. El problema de las apuestas era real y me tenía arruinada», refiere.
Su testimonio refleja la realidad de muchos larenses que han caído en las garras de la Ludopatía. La adicción al juego es un problema serio con graves consecuencias sociales y económicas.
La ludopatía en Barquisimeto: Un problema en ascenso
Pilar, miembro del Grupo de Jugadores Anónimos, advirtió sobre el creciente problema de la adicción al juego en la región. Con 18 años de experiencia trabajando en esta causa, Pilar señaló que ha sido testigo de cómo la Ludopatía ha evolucionado y se ha agravado, especialmente entre los jóvenes.
“Desde que los casinos reabrieron y se popularizaron las apuestas en línea, hemos visto un aumento significativo en los casos de ludopatía. Antes, el problema estaba más oculto, pero ahora es evidente. Estamos atendiendo a jóvenes de 15 y 16 años con deudas exorbitantes a causa de las apuestas online”, afirma Pilar en una entrevista para El Impulso.
Según la experta, la facilidad de acceso a las apuestas a través de dispositivos móviles también ha hecho que la Ludopatía sea un problema más accesible y peligroso para los jóvenes.
“Antes, había una barrera de edad para entrar a un casino. Ahora, cualquier persona con un teléfono inteligente puede apostar desde su casa”, explica Pilar.
Esta situación, advierte, ha generado una serie de consecuencias negativas, como el endeudamiento excesivo, el deterioro de las relaciones familiares y problemas de salud mental.
Ludopatía: una enfermedad similar al alcoholismo
Pilar enfatizó que la Ludopatía es una enfermedad similar al alcoholismo, donde la persona busca en el juego una forma de escapar de sus problemas y aliviar el estrés.
«No se trata de desaprobar los casinos o las apuestas online, sino de ayudar a quienes reconocen que el juego se está convirtiendo en un obstáculo en sus vidas», afirmó.
Por otra parte, sostuvo que muchos jugadores desconocen que pueden autoevaluarse a través de un sencillo cuestionario de 20 preguntas, el cual puede servir como una primera señal de alerta.
«Si al responder estas preguntas, más de siete tienen una respuesta afirmativa, es muy probable que la persona esté sufriendo de ludopatía», explicó Pilar. Entre las preguntas clave se encuentran aquellas relacionadas con la frecuencia del juego, la cantidad de dinero invertido, los cambios de humor asociados al juego y las dificultades para dejar de apostar, incluso cuando las consecuencias son negativas.
¿Cómo pueden detectar la ludopatía los larenses?
La experta indicó que la ludopatía es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, sin importar su edad o condición social.
“Es importante estar atentos a las señales de alerta, como la necesidad de apostar cada vez más dinero, la incapacidad de controlar los impulsos de juego, y las mentiras para ocultar la gravedad del problema”, señala.
Señaló que el Grupo de Jugadores Anónimos en Barquisimeto ofrece un programa gratuito y voluntario basado en el modelo de Alcohólicos Anónimos.
“Somos un grupo de personas que hemos superado la adicción al juego y queremos ayudar a otros a hacer lo mismo”, afirma Pilar. “Nuestro programa se basa en la experiencia compartida y el apoyo mutuo”.
Pilar hace un llamado a la comunidad a tomar conciencia sobre el problema de la ludopatía y a buscar ayuda si la necesitan. “La ludopatía es una enfermedad tratable, pero es importante buscar ayuda a tiempo”, concluye.