Alemania invade Polonia el 1 de septiembre de 1939, iniciando así la II Guerra Mundial. El conflicto se expande rápidamente por los cinco continentes y no tarda en afectar a Venezuela.
En 1941 el presidente Medina Angarita ordenó la detención de los ciudadanos alemanes en Venezuela. En agosto de ese mismo año arriban a Barquisimeto 37 marinos germanos provenientes de La Guaira, parte del grupo fue recluido en el Hotel Alemán, antigua casa de Eustoquio Gómez. Aquella novedad fue publicada en El Impulso y causó sensación.
La situación se volvió más tensa luego que un submarino alemán hundió buques venezolanos en la costa de Falcón, noticia que fue reseñada por El Impulso en su edición del 19 de febrero de 1942.
Los alemanes retenidos en Barquisimeto se mantenían bajo régimen de presentación y aunque podían circular libremente durante el día, se mantenía una estricta vigilancia sobre ellos.
Su presencia generaba mucha desconfianza en la población por las atrocidades cometidas por los nazis. El sentimiento se hizo más intenso luego que soldados alemanes fusilaron al caroreño Monseñor Montes de Oca, aquel terrible suceso se registró en Italia en 1944 y la noticia se leyó en las páginas de El Impulso.
Al terminar la guerra en mayo de 1945 se les permitió a los alemanes regresar a su patria. A pesar de las circunstancias, algunos decidieron quedarse y echar raíces en Venezuela e incluso, agradecieron al destino por no morir en aquella terrible conflagración que acabó con la vida de millones de personas.