En los ultimos años que mi Adorado Divino Dios y Amado Padre Celestial me va a tener en esta vida terrenal, lo voy a dedicar a escribir y cantar mis canciones porque quiero ser el compositor y el cantante de todo lo que mi alma y mi corazón sienten. Quiero que mis canciones reflejen mis mas profundos sentimientos y que las letras de mis canciones sean el boceto de todas mis ilusiones que fluyen cuando mi fantástica imaginación muestre el reflejo de lo que yo tanto quise y amé con toda mi alma y con todo mi corazón. Quiero que que mis canciones sean la sangre de mi corazón que en cada palpitar y latido deje un mensaje en donde se vayan construyendo rodas las palabras que reflejen y expresen un sentir, ya que a pesar de tener que aceptar con filosofía los duros y crueles embates del destino, jamás he perdido el buen sentido del humor, de la inspiración y la creatividad.
Cada vez que me inspiro para escribir una canción me convenzo más y más que tengo una fantástica imaginación como la que tuvo el genio de la fantasía Walt Disney, cuando diseñó la carrosa para su bellisimo e inmortal cuento considerado como un verdadero clásico infantil «LA CENICIENTA». Al final mi obra terminará cuando el público que escuche mis canciones y las cante. Yo mismo en el auditorio del recuerdo, entiendan a través de la letra los motivos que me inspiraron y me llevaron a escribir mis canciones que reflejan todo lo que mi corazón siente y que las cantaré poniendole el alma y el corazón en cada canción porque ese es un don que mi Adorado Divino Dios y Amado Padre Celestial me dió y por eso cuando estoy en una tarima o un escenario frenta al público presente me siento como un jóven de 20 años y cuando el público me aplaude me siento como un «chamo» de 15 años. Escribiré mis canciones con gran inspiración porque la pluma es la lengua del alma y las cantaré con mucha alegría porque un gramo de felicidad vale más que una tonelada de tristeza. Lo que he escrito en esta reseña es… EL SIGNIFICADO DE MIS CANCIONES.
Alí Ramón Delgado