El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, exhortó el viernes a los jueces a que se pronuncien “urgentemente” sobre su petición de girar órdenes de aprehensión contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y otras personas vinculadas a la guerra en Gaza, añadiendo que la corte tiene potestad en el tema.
“Está establecido que la corte tiene jurisdicción en este caso”, dijo el fiscal Karim Khan en un oficio de 49 páginas.
Crímenes de guerra en Gaza
Khan pidió a un grupo de jueces de instrucción de la CPI que “emitan urgentemente su decisión” sobre las órdenes de aprehensión que solicitó en mayo contra Netanyahu, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y tres dirigentes de Hamás, dos de los cuales han sido asesinados desde entonces.
El oficio de Khan se presentó en respuesta a los argumentos jurídicos presentados por decenas de países, académicos, grupos de víctimas y organizaciones de derechos humanos que rechazaban o apoyaban la facultad de la CPI de girar órdenes de aprehensión como parte de su investigación sobre la guerra de Gaza y el ataque de Hamás en Israel del 7 de octubre.
Peticiones de órdenes de arresto de la CPI
En la solicitud que presentó en mayo, Khan acusó a Netanyahu, Gallant y tres dirigentes de Hamás: Yehya Sinwar, Mohammed Deif e Ismail Haniyeh, de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en la Franja de Gaza e Israel.
Desde entonces Haniyeh y Deif han sido asesinados. Sinwar, máximo responsable de Hamás en Gaza y autor intelectual de los atentados del 7 de octubre, fue nombrado posteriormente nuevo dirigente del grupo.
Reacciones de Israel y Hamás
Netanyahu calificó las acusaciones del fiscal como una “vergüenza” y como un ataque contra Israel y el ejército israelí. Prometió seguir adelante con la guerra en Gaza. Hamás también criticó las acciones de Khan, ya que —señaló— la petición de detener a sus líderes equiparaba “a la víctima con el verdugo”.
Israel no es miembro de la CPI, por lo cual, aunque se giren las órdenes de aprehensión, Netanyahu y Gallant no corren ningún riesgo inmediato de ser procesados. Sin embargo, la amenaza de detención podría dificultar los viajes de los dirigentes israelíes al extranjero.