La periodista venezolana Karol Suárez Aponte, corresponsal de CNN en Español, ha sido nominada al prestigioso premio Emmy por su cobertura sobre la crisis migratoria en México y Centroamérica. Sus reportajes, centrados en las historias de vida de los migrantes venezolanos que buscan un futuro mejor en Estados Unidos, han conmovido a diferentes audiencias de todo el mundo.
En una entrevista exclusiva para El Impulso, Suárez Aponte compartió sus reflexiones sobre esta nominación y el significado detrás de sus reportajes.
“Siento que desde el día uno he entendido que uno no hace historias para recibir premios”, expresó la periodista. “Sin embargo, esta nominación es un privilegio y un honor. Es un reconocimiento al trabajo en equipo y a la importancia de contar historias que humanizan y dan voz a quienes más lo necesitan”.
Suárez Aponte destacó dos de los reportajes que la llevaron a esta nominación: uno sobre un grupo de migrantes venezolanos que cruzaron la frontera entre México y Guatemala, y otro sobre el peligroso tren de carga conocido como “La Bestia”. Ambos trabajos se caracterizaron por su profundidad, su enfoque humano y las dificultades que enfrentó el equipo para obtener los testimonios y las imágenes.
“La historia de los migrantes venezolanos en Chiapas fue muy conmovedora”, señaló Suárez Aponte. “Fue un viaje exhaustivo y emocionante, pero sobre todo, fue una oportunidad de mostrar la realidad de estas personas que arriesgan sus vidas en busca de un futuro mejor”.
La periodista enfatizó que, aunque los premios son un reconocimiento importante, lo más gratificante es saber que sus reportajes han conectado con el público y han generado conciencia sobre la crisis migratoria.
“Nuestro objetivo es que las historias puedan ser escuchadas por todo el mundo para ponerlos en contexto de lo que está pasando en ciertos lugares”, expresó.
El exilio: Lugar para seguir ejerciendo el periodismo
Durante la entrevista, Suárez Aponte reveló que el mayor sacrificio que ha tenido que hacer en su carrera fue emigrar de su país en 2018. Explicó que la aguda crisis humanitaria que azotaba a Venezuela en ese momento la obligó a tomar una difícil decisión: abandonar su país para continuar ejerciendo el periodismo. «Fue una decisión dolorosa», afirmó.
La periodista indicó que la situación en Venezuela era insostenible para el ejercicio libre de la prensa.
«Teníamos que lidiar con la escasez de papel, la censura constante por parte de Conatel y la presión de los monitoreos. A pesar de las dificultades, seguíamos reportando, pero las limitaciones eran cada vez mayores», señaló.
El exilio, sin embargo, le brindó la oportunidad de seguir informando sobre su país desde una perspectiva diferente y de abordar una amplia gama de temas internacionales.
«El mayor sacrificio fue dejar a mi familia, pero también fue una oportunidad para crecer profesionalmente y seguir haciendo lo que amo», expresó.
Karol Suárez y su visión sobre el periodismo
Para la venezolana, el periodismo va más allá de informar: es un puente que conecta historias y personas.
«Mi meta es seguir siendo esa voz que amplifica las historias que necesitan ser escuchadas», afirma Aponte. «Quiero que mi trabajo sea un canal para que las personas encuentren un espacio donde sus experiencias sean valoradas y comprendidas».
La comunicadora social destaca la importancia de visibilizar realidades diversas, tanto a nivel local como global.
«No solo existen problemas en nuestro entorno, sino en todo el mundo. Es crucial que las personas sepan que sus historias son relevantes y que merecen ser contadas, sin importar dónde ocurran», precisa.
Con su trabajo, Suárez Aponte busca fomentar la empatía y la comprensión entre las personas, demostrando que «todos compartimos experiencias y desafíos comunes».
El llamado a las nuevas generaciones
En un contexto nacional marcado por la complejidad y la incertidumbre, envió un mensaje resonante a los jóvenes que anhelan dedicarse al periodismo en Venezuela. La invitación de la destacada periodista es clara: enfrentar los desafíos y convertirse en la voz de quienes no la tienen.
«Saber qué quieres hacer con tu vida es fundamental«, afirma. “Y es que, en un país donde la libertad de expresión se encuentra constantemente amenazada, el papel del periodista se torna aún más crucial”.
La práctica del periodismo en Venezuela actualmente presenta obstáculos significativos. La represión, la inseguridad y las dificultades económicas son solo algunas de las barreras que los profesionales de la comunicación deben sortear. Sin embargo, a pesar de este panorama adverso, Suárez Aponte insiste en la convicción de que el periodismo es indispensable para una sociedad democrática.
«No podemos callar«, enfatiza. “La necesidad de informar y denunciar es más urgente que nunca. Y aunque los métodos y plataformas puedan evolucionar, la esencia del periodismo, que es contar historias y dar voz a los ciudadanos, permanece inalterable”.
“Los desafíos son grandes, pero las oportunidades también. La tecnología ha democratizado la producción y distribución de contenidos, permitiendo a los periodistas llegar a audiencias más amplias y diversas. Además, la crisis ha generado una mayor demanda de información confiable y veraz”, destacó.
En este sentido, hizo un llamado a las nuevas generaciones a formarse como periodistas comprometidos y críticos.
“Es necesario contar con profesionales capaces de investigar, analizar y comunicar de manera rigurosa y ética”, concluyó.