“Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” 1Cor.6:20
Setenta y dos años de edad y 12 activo en esta saludable actividad que muchos conocen y la practican, ¡CORRER!. Lo cual me llena de alegría y de mucho gozo. A pesar tuve la ausencia de mas de un año por una crisis de depresión severa y un problema estomacal, me volví a incorporar gracias al inefable amor de Dios y su poder, a colegas que me animaron y a mi esposa, la familia que estuvieron allí aupándome para que regresara.
Definitivamente he comprendido y cuando lo digo espero con la ayuda del ESPÍRITU SANTO poder influir en alguien, para que también lo difruté y pueda cuidar el ”Templo de Dios” (su cuerpo) como lo manda nuestro CREADOR.
Les cuento. Navegando por la red, me encontré un conjunto de respuestas que el poeta-corredor-escritor uruguayo Marciano Durán dio a la pregunta ¿Cúal es la razón de correr? Igualmente adicioné algunas otras respuestas apoyadas en el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. A la célebre pregunta. Nuestro insigne colega corredor responde. “Corro para mantenerme en forma, para conservar mi salud. Corro porque la carrera forma parte de mi estilo de vida. Corro para sentirme mejor. Pero hay algo que va más allá. La razón verdadera es la confirmación, de que yo tengo el control” ¿Cómo les parece?
Y el hombre sigue razonando. “Cada día debo hacer una elección. Experimentar dolor y malestar para lograr una meta mayor o sucumbir al impulso del cuerpo llevarme a hacer otra cosa más placentera. Me siento culpable cuando no lo hago. Cuando el cuerpo gana. Correr es la prueba de mi fortaleza, no sólo física, sino mental. Es un desafío de mi voluntad, de mí contra mí mismo. El correr es un condicionamiento tanto mental como físico. Es vencer el desánimo, la pereza, la indolencia. Si corro es que vencí. Cada carrera es un éxito”. Ojo, cualquier parecido con la realidad de uno de nosotros no es casualidad. Por su parte la ciencia adiciona que el habito de correr es beneficioso por cuanto esa práctica produce…Disminución de la presión arterial, reducción del colesterol en sangre, control y reducción de peso corporal, incremento de la capacidad respiratoria, aumento de la eficiencia cardíaca, tonificación de la musculatura y oxigenación de los tejidos.
Yo adiciono. Corro por cuanto es un mandato divino. ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, que tenéis de Dios, Y que no sois vuestros?1 Cor.6:19. Por tanto, estamos en la obligación de cuidarlo y el ejercicio es fundamental para ello. Entonces corro, por cuanto Dios me lo indica. “Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. Vers. 20. Y cuando lo hago, medito en las palabras de Pablo que dice. “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.” Y eso, me motiva a permanecer en estas 2 carreras. El RUNNING Y EL Evangelio. Pienso, medito y eso me ayuda, cuando me toque subir al podio divino y recibir de las manos de mi Señor la “corona incorruptible de la VIDA ETERNA”, eso me emociona. ¡Esa es la razón por la que corro!
¡Hasta el próximo ARTICULO, DIOS mediante!
William Amaro Gutiérrez
