Desde su creación en 1966, la Arquidiócesis de Barquisimeto ha sido guiada por una serie de pastores que han dejado una huella imborrable en la historia religiosa y social del estado Lara. Cada uno de ellos, con su carisma y visión, ha contribuido a fortalecer la fe de los larenses y a promover el desarrollo integral de la comunidad.
Monseñor Críspulo Benítez Fonturvel:
El primer arzobispo de Barquisimeto fue un visionario que sentó las bases de la Iglesia en la región. Su legado se plasma en la fundación de numerosos templos y seminarios, así como en su incansable labor evangelizadora.
Monseñor Tulio Manuel Chirivella:
Conocido por su cercanía con el pueblo, Monseñor Chirivella dedicó su vida a llevar el mensaje de Cristo a los rincones más remotos de la arquidiócesis. Su pastoral fue marcada por un profundo amor a los más necesitados.
Monseñor Antonio José López Castillo:
Un hombre de diálogo y encuentro, Monseñor López Castillo promovió la unidad entre las diferentes confesiones religiosas y se destacó por su compromiso con la justicia social.
Monseñor Polito Rodríguez Méndez:
El actual arzobispo, con su juventud y entusiasmo, ha iniciado una nueva etapa en la historia de la Arquidiócesis. Su llamado a la unidad y a la esperanza ha sido muy bien recibido por los fieles.
Los arzobispos de Barquisimeto han sido auténticos guías espirituales que, a lo largo de los años, han inspirado a miles de personas a vivir su fe con alegría y compromiso. Su legado es un tesoro invaluable que debemos cuidar y transmitir a las futuras generaciones.