Monseñor Polito Rodríguez, nuevo Arzobispo de Barquisimeto, aseguró este sábado 17 de agosto que un verdadero discípulo de Dios es obediente, cree y guarda los mandamientos.
Durante la homilía, Rodríguez señaló que en un mundo marcado por la constante evolución y la búsqueda de sentido, la figura del discípulo sigue siendo un faro de esperanza y guía.
“En palabras del apóstol Pablo: He sido crucificado con Cristo y ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Este testimonio de fe, que trasciende las barreras del tiempo y la cultura, sigue siendo tan relevante hoy como lo fue en la época de los primeros cristianos”, citó el nuevo arzobispo.
Sostuvo que un verdadero discípulo, según las Sagradas Escrituras, es aquel que ha hecho de Cristo su prioridad. Su vida se transforma radicalmente al experimentar un encuentro personal con Dios. Este encuentro lo impulsa a compartir su fe con otros, convirtiéndose en un instrumento de evangelización.
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La palabra de Dios: Un ancla en la tormenta
Monseñor también señaló que la Biblia, fuente de sabiduría y consuelo, es el alimento espiritual del discípulo. Indicó que a través de sus páginas, se encuentran respuestas a las grandes preguntas de la vida y un camino hacia la santidad. Como afirmó San Jerónimo, «Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo».
“En un mundo cada vez más complejo y lleno de incertidumbre, la Palabra de Dios se erige como un faro que ilumina nuestro camino. Nos proporciona las herramientas necesarias para afrontar los desafíos de la vida y nos conecta con una realidad trascendente”, expresó.
El Discípulo en la era Digital
“La era digital ha traído consigo grandes avances tecnológicos que han transformado nuestra forma de vivir y relacionarnos. Sin embargo, también ha planteado nuevos desafíos y ha generado una profunda crisis de valores. En este contexto, el llamado a ser discípulo es más urgente que nunca”, refirió.
Indicó que los discípulos de hoy, al igual que los de ayer, están llamados a ser testigos de Cristo en un mundo secularizado. A través de su testimonio de vida, pueden mostrar que la fe cristiana es relevante y capaz de transformar la sociedad.