El sistema educativo venezolano se enfrenta a uno de los momentos más duros de su historia, no solo por las cifras récord en materia de deserción o la falta de presupuesto de los colegios para brindar un sueldo digno a sus maestros, sino también por una situación de inseguridad que empeora con cada día que pasa.
La inseguridad en los colegios
Ya para el 2016 se registraron decenas de decesos en los alrededores de los colegios de todo el país, incluso dentro de las instalaciones en algunos casos más dramáticos. Los colegios no solo se habrían vuelto vulnerables a la intrusión de criminales que roban equipo esencial para el funcionamiento de las instituciones, sino que incluso las áreas aledañas se han convertido prácticamente en zonas de guerra.
Según estadísticas del 2016, algunas unidades educativas ya perdían hasta 400 horas de clase anuales (casi un 30%) al quedar atrapadas en la línea de fuego de grupos criminales. La carencia de cifras actualizadas hace imposible determinar exactamente a qué situación se enfrenta el sistema educativo actualmente.
Sin embargo, se sabe que la crisis sería mucho peor en las zonas de riesgo, que muchos han denominado «cinturones de miseria», donde es posible experimentar disputas armadas entre bandas hasta 5 veces por semana, algo que no solo interrumpe de forma constante el proceso de aprendizaje, sino que pone en peligro la vida de estudiantes y personal escolar.
Videovigilancia
Desde el 2018 se han instalado cámaras de seguridad en distintas unidades educativas del país para identificar y aprehender a aquellos criminales que tienen como objetivo principal a los estudiantes y maestros. Por eso hace algunos meses fue noticia nacional el arresto de un hombre que hurtaba en colegios de El Vigía, identificado gracias a las cámaras de seguridad de la institución.
Estos equipos se mantienen como los más utilizados por los colegios del país debido a su costo y versatilidad, con cámaras como las tipo bullet siendo más accesibles, de fácil instalación, e incluso contando con tecnología de punta para brindar una capa de protección adicional a los estudiantes y maestros.
Sistemas interconectados
A pesar de la falta de acción de las autoridades, algunos gobiernos locales han desarrollado programas para brindar algo de seguridad adicional a los colegios. Hace poco más de 5 años se creó una prueba piloto que tenía como objetivo interconectar a las autoridades de 8 estados con cerca de 18 planteles educativos, facilitando la emisión de denuncias de alteración contra las instituciones.
Sin embargo, a día de hoy se desconoce exactamente de qué manera este programa piloto benefició a los colegios de estos estados, e incluso si el mismo sigue activo de alguna manera para brindar protección a las instituciones en la actualidad.
Protocolos internos
Debido a la falta de protección por parte de las entidades pertinentes, muchos colegios del territorio han optado por desarrollar protocolos para protegerse de la violencia armada en las zonas aledañas.
En su mayoría estos se basan en la precaución para los estudiantes, creando planes de emergencia para evitar que los nervios los lleven a ponerse en peligro.
Aunque no se basa necesariamente en la implementación de tecnología novedosa, estos programas internos se inspiran en las mejores prácticas para hacer frente a situaciones de riesgo, utilizando datos y experiencias previas registradas en zonas de violencia contra unidades educativas de otras ciudades o países.
Ejemplos vecinos
Una de las mejores formas de desarrollar estrategias de seguridad para los colegios de nuestro país puede ser buscar inspiración en ejemplos de países vecinos.
Uno de los mejores casos sería el de Bogotá, con las autoridades no sólo incrementando las inversiones en cámaras de videovigilancia, sino también en la compra de drones para brindar vigilancia móvil a las instituciones de las zonas más vulnerables.
Estos esfuerzos se complementan con inversiones adicionales, como el incremento en el personal de seguridad para los colegios, así como programas institucionales para mejorar la educación de maestros y estudiantes en materia de respuesta a situaciones de riesgo.
Variables externas
Sin embargo, es importante recordar que la aplicación de planes para brindar mayor seguridad a las instituciones educativas, así como la compra e instalación de equipos modernos, se mantiene como una imposibilidad debido a las variables económicas y sociales que afectan el presupuesto de la mayoría de los colegios.
Si bien los colegios privados, especialmente aquellos que se ubican en las zonas pudientes del país, cuentan con mejores herramientas financieras para la implementación de protocolos de seguridad efectivos, incluso este tipo de instituciones se enfrentan a una situación sumamente compleja, forzando al cierre de más 1.200 colegios. La lenta adopción de nuevas tecnologías en todo el país también haría que sea casi imposible implementar sistemas modernos de protección para los colegios. Un ejemplo de esto es el de la inteligencia artificial, con Venezuela siendo el país menos preparado de toda la región para utilizar esta tecnología.
