Mediadores internacionales celebraron el jueves una nueva ronda de conversaciones destinadas a detener la guerra entre Israel y Hamas y asegurar la liberación de decenas de rehenes, con un posible acuerdo visto como la mejor esperanza de evitar un conflicto regional aún mayor.
Estados Unidos, Qatar y Egipto se reunieron con una delegación israelí en Qatar mientras el número de muertos palestinos en la guerra que dura ya diez meses supera los 40.000, según las autoridades sanitarias de Gaza. Hamás, que no participó directamente, acusa a Israel de añadir nuevas exigencias a una propuesta anterior que contaba con el apoyo de Estados Unidos y la comunidad internacional y con la que Hamás había estado de acuerdo en principio.
Conversaciones para lograr el alto al fuego en Gaza
El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, calificó las conversaciones como un paso importante y dijo que se espera que se prolonguen hasta el viernes. Dijo que aún queda mucho trabajo por hacer dada la complejidad del acuerdo y que los negociadores se están centrando en su implementación.
Un alto el fuego en Gaza probablemente calmaría las tensiones en toda la región. Los diplomáticos esperan que convenza a Irán y al Hezbolá libanés de abstenerse de tomar represalias por la muerte de un alto comandante de Hezbolá en un ataque aéreo israelí en Beirut y del máximo dirigente político de Hamás en una explosión en Teherán.
Un funcionario palestino que sigue de cerca las negociaciones dijo que Hamas no participaría en las conversaciones del jueves, pero que sus altos funcionarios, que residen en Qatar, estaban listos para discutir cualquier propuesta de los mediadores, como lo han hecho en rondas anteriores.
Ambas partes han acordado en principio el plan, que el presidente estadounidense Joe Biden anunció el 31 de mayo. Pero Hamás ha propuesto “enmiendas” e Israel ha sugerido “aclaraciones”, lo que ha llevado a cada parte a acusar a la otra de plantear nuevas exigencias que no puede aceptar.
Liberación de rehenes
Los mediadores han pasado meses intentando elaborar un plan de tres fases en el que Hamás liberaría a decenas de rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra, a cambio de un alto el fuego duradero, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la liberación de los palestinos encarcelados por Israel.
La disputa más difícil ha sido la transición de la primera fase del cese del fuego —cuando las mujeres, los niños y otros rehenes vulnerables serían liberados— a la segunda, cuando los soldados israelíes cautivos serían liberados y entraría en vigor un cese del fuego permanente.
A Hamas le preocupa que Israel reanude la guerra después de que se libere al primer grupo de rehenes. Israel teme que Hamas prolongue indefinidamente las conversaciones sobre la liberación de los rehenes restantes. El portavoz de Hamas, Osama Hamdan proporcionó documentos que demostraban que Hamas había aceptado una propuesta de transición de Estados Unidos según la cual las conversaciones sobre la transición comenzarían el día 16 de la primera fase y concluirían en la quinta semana.