A 16 días de unas trascendentales elecciones presidenciales, una duda recurrente se asoma con mayor frecuencia en la mente de los venezolanos: migrar y apostar a la búsqueda de oportunidades en destinos desconocidos o esperar la llegada un posible “cambio político” para quedarse en el país que los vio crecer. “Una espera forzada”, es así como analistas en el tema migratorio describen esta situación.
Con una maleta repleta de sueños, los ojos llenos de lágrimas y un vacío en el corazón, casi 8 millones de venezolanos han partido del país, según cifras de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), con el miedo inminente de que ese “adiós” nunca pueda canjearse por un abrazo con olor a reencuentro.
La oposición mayoritaria ha advertido en reiteradas ocasiones sobre una posible “ola migratoria” luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara a Nicolás Maduro como ganador del 28 de julio, sin mostrar todavía las actas que lo comprueban.
Ante esto, el Diario La Verdad se contactó con expertos en el tema migratorio para conocer su análisis. Uno de ellos es Javier Cortegoso, coordinador de la Red Jesuitas de Migrantes de Latinoamérica y el Caribe.
A su juicio, aún es pronto para predecir una cifra concreta para un posible éxodo de venezolanos, ya que muchos de ellos aún mantienen la “esperanza forjada en un cambio político”.
“Algunos dicen: ‘Si no se da un cambio político, ya no aguanto más y voy a salir’, pero también es verdad que a pesar de todo lo que ha pasado en el país, tenemos testimonios de gente que más bien (…) podrían reconsiderar su opción de salir o no porque están viendo lo que podría pasar”, comentó.
En concordancia, Elías Cornejo, coordinador del Servicio de Migrantes Fe y Alegría Panamá, considera que, de haber una ola migratoria de venezolanos, “no va a ser de inmediato”, sino que sería “procesual”, debido a que muchos esperan conocer el resultado de la situación política nacional.
“Nosotros creemos que la gente está ahorita en una situación que consideramos o llamamos de ‘atrapamiento social y espera forzada’. ¿Qué es lo que está haciendo este forzamiento? Precisamente las condiciones de contexto actual político, económico, social que se están dando en Venezuela”.
¿Cuántos podrían irse?
Tras preguntarles si dentro de las organizaciones se manejaba una cifra ante una posible ola migratoria de venezolanos, Javier Cortegoso indicó que antes del 28 de julio y evaluando una eventual victoria del oficialismo, dentro de la institución religiosa que coordina se hablaba de un éxodo de hasta dos millones de venezolanos que saldrían en un plazo aproximado de seis meses.
A pesar de esto, indicó que luego de conocer el panorama político actual, esa cifra “podría ser mayor”.
Mencionó que la líder opositora María Corina Machado hablaba de “tres, cuatro, (y hasta) cinco millones de venezolanos”, también citó otros porcentajes, sin especificar a qué organización o persona corresponden, que sugieren la salida de hasta un 20 % de la población del país, pero afirmó que, a su juicio, “es muy difícil y sería irresponsable manejar un número”.
“Lo que sí podemos afirmar con mucha claridad es que va a haber un aumento significativo de la migración venezolana en caso de que se mantengan las condiciones actuales del escenario político. Eso ya en sí mismo es relevante, más allá de un número concreto”, aclaró.
Por su parte, el coordinador del Servicio de Migrantes Fe y Alegría Panamá también considera difícil manejar una cifra concreta. Sin embargo, al tomar en cuenta que más del 60 % de ingresos migratorios a Panamá es de venezolano, estimó que podrían tratar con un aproximado de 300 mil que podrían cruzar la selva del Darién.
“Los análisis sociológicos que se hacían meses atrás dicen que el 45 % de los venezolanos en algún momento se había planteado salir del país. Si eso es así, estamos hablando de millones de personas. Yo no estoy tan seguro de que eso vaya a suceder así tal cual, pero una primera fase sí podríamos estar hablando de esos 300 mil (en el paso de Panamá).
Posibles destinos
Cada vez son más las condiciones que imponen los gobiernos de algunos países en un intento de regular el flujo migratorio. Tal es el caso de Estados Unidos, que suspendió de forma temporal el parole humanitario, o el bloqueo de una fracción de la selva del Darién, en el caso de Panamá.
Para Cornejo, es una buena pregunta hacia dónde irían entonces los venezolanos. Recordó que, en el caso de Panamá, los cierres del Darién son apenas 5 kilómetros, lo que podría disminuir el flujo migratorio, pero no eliminarlo.
“Es una buena pregunta el hacia dónde irían los venezolanos. Hay que tener en cuenta dos cosas. La suspensión del parole humanitario de Estados Unidos va a ralentizar el movimiento migratorio, pero no lo va a detener”.
A pesar de esto, considera que los tres destinos principales que podrían escoger los venezolanos por la cercanía sería Colombia, en primer lugar; Brasil, en segundo; y Ecuador como tercero.
Advirtió que existe el riesgo de que no solo haya un aumento de la migración, sino que haya un aumento significativo de condiciones no regulares que ponen en peligro a las personas cuando salen.
El coordinador de la Red Jesuitas de Migrantes de Latinoamérica y el Caribe concuerda en que los dos principales destinos serían Colombia y Brasil. El primero, mencionó, es el principal destino de “migración forzada” de venezolanos en el exterior.
Precisó que gran parte de la población venezolana aún piensa en los destinos migratorios habituales, como Estados Unidos, Costa Rica y Panamá.
Prevé que haya personas que “se sigan yendo por las vías irregulares”, porque, indicó, “al final, detrás de las migraciones forzadas, lo que hay es un sueño de poder vivir una vida en condiciones dignas”.
¿Quiénes se irán?
Al conversar sobre el perfil de nuevo migrante venezolano, el coordinador de la Red Jesuitas de Latinoamérica y el Caribe aseveró que desde el 2016 se han visto cambios evidentes.
Recordó que desde 2002 hasta 2016 hubo bajos perfiles que respondían a causas relacionadas a “la persecución política” o a la situación económica del país. Sin embargo, según su experiencia, desde 2016 el perfil migratorio muestra a grupos familiares completos, rangos de toda edad y a gran parte de la población con condiciones económicas precarias.
“Es probable que haya un perfil con clima de persecución que se está generando y ese va a ser un grupo probablemente pequeño, pero bastante significativo con unas necesidades que tienen que ver ya con la protección internacional”. A su criterio, el perfil ahora es “totalmente transversal”.
Por otra parte, Cornejo, quien habló sobre la situación específica de Panamá, concordó en que los venezolanos que ahora salen del país son personas de estratos bajos con una “educación básica mínima”.
“Muy contrario a la primera oleada migratoria que salió de Venezuela, que fue la población que era económicamente pudiente, muy formada, y con grandes capacidades”, observó.