Las mentes odian la confusión; los seres humanos dependen del aprendizaje más que cualquier otra especie que jamás haya existido.
El aprendizaje es la forma en que los animales y los seres humanos adquieren nueva información y la memoria es la forma en que conservan la información a lo largo del tiempo.
La memoria no solo es su habilidad de recordar un número telefónico, se trata más bien de un sistema dinámico que se utiliza en cada faceta del proceso del pensamiento. Empleamos la memoria para ver, comprender idiomas y encontrar nuestro camino en nuestro entorno. Nuestra capacidad para retener información a lo largo del tiempo es tan importante que existe una larga historia de interés por comprenderla. La mayor parte de este interés se basó en la idea que existe un lugar llamado memoria donde la información se almacena para su uso posterior.
La memoria se ha comparado con una biblioteca; el concepto de memoria como un lugar tiene miles de años de existencia y es la parte de las explicaciones acerca del recuerdo que ofrecen los psicólogos hoy. Por lo tanto, si la memoria es tan importante ¿Cuál es el secreto para ser recordado un producto?, veamos algunos de estos elementos:
Conserve la sencillez: cuando cuál había sido el acontecimiento que más le había servido para desarrollar la teoría de la relatividad, se le pregunto a Albert Einstein respondió; imaginar cómo debía pensar en el problema. La sencillez es lo contrario a la complejidad y esta no es más que la sobrecarga de información; por lo tanto, la información, al igual que la energía, tiende a degenerar en entropía, en ruido, redundancia y banalidad. En otras palabras, el veloz caballo de la información tiende a superar al lento caballo del significado.
Conceptos confusos: el concepto básico de algunos productos predice su fracaso. No porque no funcionen, sino porque no tienen sentido. La mejor forma de penetrar en las mentes que odian la complejidad y la confusión consiste en simplificar al máximo el mensaje. Aquí la lección consiste en no tratar de transmitir todo el mensaje de una sola vez. Concéntrese en un atributo único pero poderoso y diríjase a las mentes. Olvide todo aquello que solo pueda probarse por medio de un análisis complicado. Evite todo aquello que no se ajuste a sus percepciones.
Msc. Julio Cesar Vargas
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