Por: Alexis Bonte
Representante de FAO en Venezuela
La crisis climática y la pérdida de biodiversidad exigen soluciones innovadoras y urgentes. Los bosques, como pulmones del planeta, desempeñan un papel fundamental en la mitigación del cambio climático y la conservación de la vida en la Tierra. En este contexto, el Comité Forestal de la FAO (COFO) como órgano principal de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) encargado de abordar los asuntos forestales a nivel mundial, reunió a expertos, gobiernos y organizaciones para discutir desafíos y oportunidades en el sector forestal, y para establecer políticas y estrategias que promuevan la gestión sostenible de los bosques, constituyendo la 9na. Semana Forestal Mundial 2024, efectuada del 22 al 26 de julio, destacándose como una oportunidad para dar a conocer iniciativas pioneras que combinan la sabiduría ancestral con la tecnología más avanzada.
En un mundo que clama por soluciones a la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, la conservación de los bosques se erige como una prioridad global y, en correspondencia con las actividades que dirige el COFO, es menester informar que desde Venezuela, un país reconocido por su rica diversidad biológica, surge un proyecto que combina la protección de los bosques con el desarrollo de las comunidades locales, el proyecto «Conservación y uso sustentable de la diversidad biológica en la cuenca del río Caroní», ha emprendido una ambiciosa iniciativa que busca conciliar la conservación de los bosques con el desarrollo socioeconómico de las comunidades indígenas Pemón. Este proyecto, alineado con los objetivos del Comité Forestal de la FAO, se destaca por su enfoque integral, que abarca desde la protección de los ecosistemas hasta el fortalecimiento de las capacidades locales.
A través del proyecto en la cuenca del río Caroní, se evidencia cómo la tecnología digital puede revolucionar la gestión forestal. Gracias al acceso a datos de teledetección y al uso de la computación en la nube, se ha logrado obtener una visión más precisa y detallada de los bosques de la región. Estas herramientas han permitido:
- Identificar y monitorear amenazas: gracias a la alta resolución de las imágenes satelitales, se han podido detectar con precisión actividades como la deforestación, los incendios forestales y la expansión agrícola, lo que ha facilitado la toma de decisiones oportunas para proteger los ecosistemas.
- Evaluar el potencial de los bosques como sumideros de carbono: al cuantificar el carbono almacenado en los bosques, se ha podido determinar su capacidad para mitigar el cambio climático y generar créditos de carbono.
- Optimizar la restauración forestal: la tecnología digital ha permitido identificar las áreas más adecuadas para la restauración y evaluar las condiciones adecuadas para las distintas especies a utilizar garantizando así el éxito de los planes de reforestación.
Paralelamente al uso de tecnología, el proyecto ha puesto énfasis en el empoderamiento de las comunidades indígenas Pemón, participantes. Durante el apalancamiento de bioemprendimientos el proyecto prevé la capacitación y el acompañamiento a las organizaciones en torno a los temas de Planes y modelos de negocio, cadenas de valor, financiamiento, administración, mercadeo, entre otros. Reconociendo los conocimientos ancestrales de las comunidades indígenas se promueve el desarrollo de sistemas agroforestales que valorizan los productos forestales no maderables. Estos bioemprendimientos, liderados por mujeres y jóvenes, no solo diversifican la producción y garantizan la seguridad alimentaria, sino que también fomentan la conservación de los bosques.
A través de la producción de aceites, resinas, pulpas y fibras, las comunidades generaran ingresos y fortalecen su autonomía, al tiempo que preservan su patrimonio cultural. El estudio etnobotánico previsto por el proyecto garantizará el manejo y aprovechamiento sostenible de los recursos, asegurando la continuidad de estos emprendimientos.
Paralelamente, la gobernanza juega un papel crucial en la gestión sostenible de los bosques. Para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de estos esfuerzos, el proyecto pone un fuerte énfasis en la gobernanza y la planificación. Se promueve la participación de múltiples actores a nivel nacional, regional y local, con el objetivo de fortalecer los mecanismos de coordinación y articulación entre instituciones y comunidades. Además, se trabaja en la mejora de la gestión de las áreas protegidas, a través de la elaboración de planes de ordenación y reglamentos de uso que posibiliten la protección a largo plazo de los ecosistemas.
En correspondencia, se desarrollará un sistema de monitoreo y evaluación geoespacial, que permitirá identificar amenazas y evaluar la efectividad de las acciones implementadas. Esta herramienta será fundamental para tomar decisiones informadas y adaptar las estrategias de conservación a las cambiantes condiciones ambientales.
Este proyecto sumará a las experiencias en el mundo que demuestran la posibilidad de combinar la tradición con la tecnología para lograr una gestión forestal sostenible. Al impulsar y consolidar estas iniciativas, el país ha dado pasos significativos en la conservación de sus bosques y en el desarrollo de sus comunidades locales, en suma, puede resultar un ejemplo inspirador para otros países que buscan conciliar la protección del medio ambiente con el desarrollo económico y social.
Alexis Bonte
Representante de FAO en Venezuela