Casi todo en Wall Street se desploma el lunes a medida que el temor a una desaceleración de la economía estadounidense empeora y desencadena otra ola de liquidación en los mercados financieros de todo el mundo.
Los mercados de Wall Street y del mundo entero están sumidos en un pequeño pánico. Preocupados por la desaceleración de la economía estadounidense, los inversionistas llevaron al mercado de Japón a su peor día en décadas y le quitaron miles de millones de dólares en valor de mercado a algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo. Han dado un vuelco a un año relativamente tranquilo en los mercados.
Inflación y bancos centrales
Durante la mayor parte del año, los inversores de todo el mundo impulsaron los mercados bursátiles al alza, convencidos de que los bancos centrales estaban logrando, aunque con vacilaciones, controlar la inflación, y alentados por una economía estadounidense saludable y la promesa de la inteligencia artificial.
Los operadores estadounidenses apuestan a que la Reserva Federal tendrá que recortar los tipos en medio punto porcentual en septiembre, en lugar del cuarto de punto habitual. Algunos piden un recorte de emergencia, pero hay voces en contra que sostienen que la liquidación es en realidad algo positivo, porque los precios de las acciones habían subido demasiado.
La Reserva Federal ha sido clara sobre la cuerda floja en la que comenzó a caminar cuando empezó a subir bruscamente las tasas en marzo de 2022: ser demasiado agresiva estrangularía la economía, pero ser demasiado blanda daría más oxígeno a la inflación y perjudicaría a todos.
Economía estadounidense
La economía estadounidense había experimentado algunos momentos de debilidad, en particular en el gasto de los estadounidenses de bajos ingresos, pero en general la economía creció a una tasa del 2,8% en el segundo trimestre. Luego llegaron los informes económicos de la semana pasada.
El viernes, el informe mensual del gobierno sobre el mercado laboral mostró una desaceleración significativa en la contratación por parte de los empleadores estadounidenses. Las preocupaciones de que la Reserva Federal podría haber mantenido los frenos sobre la economía durante demasiado tiempo se extendieron a través de los mercados. Los informes sobre la industria manufacturera y la construcción también fueron débiles.
Factores globales
Las preocupaciones que van más allá de las ganancias corporativas, las tasas de interés y la economía también están pesando sobre el mercado. La guerra entre Israel y Hamás puede estar empeorando, lo que, más allá de su costo humano, también podría causar fuertes oscilaciones en el precio del petróleo. Esto se suma a las preocupaciones más amplias sobre posibles focos de tensión en todo el mundo, mientras que las próximas elecciones estadounidenses podrían complicar aún más las cosas.
Wall Street ha estado preocupado por cómo las políticas que se implementarán en noviembre podrían afectar los mercados, pero las fuertes oscilaciones de los precios de las acciones podrían afectar la elección en sí.
Es probable que la amenaza de una recesión ponga a la vicepresidenta Kamala Harris a la defensiva, pero un crecimiento más lento también podría reducir aún más la inflación y obligar al expresidente Donald Trump a dejar de lado su actual enfoque en los precios más altos y comenzar a delinear formas de reactivar la economía.