Un grupo de organizaciones internacionales de derechos humanos ha condenado enérgicamente la ola de represión que se ha desatado en Venezuela tras las recientes elecciones presidenciales. En un comunicado conjunto, estas entidades denuncian las detenciones arbitrarias, la criminalización de la protesta y el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades venezolanas.
Organizaciones como Amnistía Internacional, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y Human Rights Watch, entre otras, expresaron su profunda preocupación por la situación de los derechos humanos en el país y exigieron al gobierno venezolano que cese la represión y garantice el derecho a la protesta pacífica.
Los firmantes del comunicado destacaron que las detenciones masivas y las acusaciones de delitos graves contra manifestantes pacíficos constituyen una clara violación de los derechos humanos fundamentales. Además, denunciaron el uso de la fuerza letal por parte de las fuerzas de seguridad y el hostigamiento a periodistas y defensores de derechos humanos.
En ese sentido, hacen un llamado a la investigación «de manera pronta, independiente e imparcial y con la diligencia debida», y piden a la comunidad internacional «exigir el respeto a los derechos civiles y políticos de las personas en Venezuela» y a «mantenerse alerta ante posibles graves violaciones de derechos humanos en el marco de las protestas».
Cabe recordar que miles de ciudadanos afines a la oposición venezolana han protestado desde el lunes en contra del resultado emitido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que dio la victoria en los comicios presidenciales al dirigente Nicolás Maduro, un resultado que la oposición califica de «fraude» y que ha llevado a gran parte de la comunidad internacional a dudar del resultado y a exigir transparencia y la publicación de las actas de votación.
El Centro Carter, que participó como observador en los comicios, manifestó este martes que el proceso «no se adecuó» a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que «no puede ser considerada como una elección democrática».