La ciudad de Barquisimeto amaneció este miércoles 31 de julio envuelta en una calma inusual con relación a los hechos acontecidos estos últimos días. Las calles, tradicionalmente transitadas, se mostraron casi desiertas, con pocas unidades de transporte público en circulación y una considerable disminución en la apertura de comercios.
Este panorama se suma al impacto de las recientes elecciones presidenciales, que han generado una notable disminución de la actividad ciudadana en los últimos días, especialmente en las zonas este y centro de la ciudad.
A la par de esta situación, el clima también ha jugado un papel protagónico. Las precipitaciones, anunciadas por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), se hicieron presentes durante la mañana, sumándose a un escenario de contrastes que caracteriza a la capital larense en estos momentos.
Algunas personas señalan que esperan que para el día de mañana jueves la situación se normalice y la ciudad recupere su ritmo habitual. Sin embargo, los habitantes de Barquisimeto continúan adaptándose a esta nueva realidad marcada por un panorama político tenso.
Cabe recordar que este martes 30 de julio se llevaron a cabo en distintas partes de la ciudad asambleas ciudadanas, donde las personas salieron a las calles sumándose a la convocatoria realizada por la líder de la oposición venezolana María Corina Machado tras los comicios presidenciales del 28 de julio que según el CNE Nicolás Maduro fue el triunfador.