Este lunes Carora, capital del municipio Torres, amaneció desolada cuál 1 de enero, sin vehículos en sus principales calles, avenidas y un reducido número de peatones.
Uno de los notables aspectos de medir que Carora amaneció desértica, pocas horas después del evento electoral de este domingo, es la no instalación este lunes de los buhoneros alrededores de la plaza Cecilio Zubillaga, en pleno centro de la ciudad.
Nunca dejan de colocar sus tarantines bien temprano en las mañanas para la venta de sus mercancías en dicho lugar. Igualmente, muchos locales no abrieron sus puertas al público y el transporte de pasajeros trabajó a medias.
También se observó la circulación de pocos motorizados, en comparación al resto de los demás días que proliferan en la ciudad.
La mayoría de los caroreños amanecieron trasnochados ya que se fueron a sus camas la madrugada de este lunes, esperando el primer boletín del Consejo Nacional Electoral, el cual se transmitió a las 12:05 de la mañana.