#OPINIÓN “Solicitado por homicidio intencional” #24Jul

-

- Publicidad -

“Me preguntaba qué se siente

al disparar sobre una abuela”.

- Publicidad -

Edmund Kemper (psicópata).

Puedes tenerlo al lado y no lo reconocerías porque se disfraza de empático.- Es un miembro de una familia de psicópatas. Hombres sin palabra, golpeadores de mujeres, engañadores de viudas, homicidas, que no cumplen sus compromisos y cuyas palabras no tienen honor. En esta epístola sin hacer abstracción del resto de la familia, he de referirme a uno de los hijos, el mayor de este clan de infiltrados psicópatas. Tratase de un sujeto de características y diagnóstico psicopático, de un oscuro personaje que proviene de un enjambre con trastornos de la personalidad, en la que todos buscan de alguna manera figurar en la perfidia y el engaño, en la farsa, en la trampa y en el delito. Sus compromisos ante otros hombres no tienen ningún valor, sus palabras son tan falsas como una escalera de anime. Con malévola disposición cuando reciben bien, lo pagan con mal o no cumplen las obligaciones contraídas, y se las ingenian para aprovecharse de otros, sin importarles su investidura ni su preeminencia social, porque como familia de depredadores, para ellos los demás no valen nada, que no sea para sacarles provecho bajo engaño. Son en lo sumo irrespetuosos y burleteros, como todos los psicópatas. No tienen amistades reales entre gente decente, de bien y entre gente de honor. Sus amiguetes son tan arrabaleros como ellos y sus “buenas amistades” son gente despistada porque no saben de la verdadera personalidad de esta familia. Son asesinos y golpeadores de mujeres, alevosos en contra de las viudas, tramposos y viles como son los psicópatas. Ante alguna trifulca verbal para salir airosos, incluso para hacerse creíbles y burlar sus compromisos, son capaces de jurar vanamente por la vida de sus “inocentes” hijos. Y se creen superiores a los demás. El caso de este homicida que se ha mantenido escondido por largos años, es un referente de cómo para los psicópatas la vida de los demás no vale nada. Y si la vida del prójimo para ellos es “un no valer nada”, menos entonces consideran cumplir con la palabra que habrían empeñado sorprendiendo la credulidad ajena.

Parece una mansa oveja pero no lo es.- Comenzaré diciendo que este individuo en sus años mozos junto a otros dos sujetos eran de deambular nocturno persiguiendo o buscando obtener riquezas fáciles a través del delito, por lo que salían armados (con armas de fuego) para en alguna encrucijada quedarse con las pertenencias de algún vecino, de algún fulano, de algún ciudadano notable y desde niños se armaban y andaban siempre con sus “hierros”. Una de esas tantas tardes en las que hacían festín de las riquezas mal habidas, producto del delito, porque se trataba del inventario en las que los tres hombres mayores de edad pero jóvenes, se desplazaban en las noches de la ciudad convulsionada o de la ciudad llena de calma, viendo y atisbando como sorprendían a un inocente para despojarlo de sus pertenencias y arrebatarle la vida. Este homicida sangriento puede ser responsable de muchos otros asesinatos, pero este es el que está registrado en los archivos policiales “solicitado por homicidio intencional”.

El homicida líder de la banda.- Entre los tres había un líder, el crápula homicida correoso, quien esa noche tuvo su tiempo de lucimiento y jolgorio, al haber Jurado en pandilla que asesinaría al primer cristiano o al primer vecino que se le resistiera en su afán de hacerse de dinero prontamente y de un vehículo. Aconteció pues que este homicida que aún permanece encubierto pero que es solicitado por las autoridades, al ver aquel inocente hombre embarcarse en su vehículo, se llenó de envidia que es una característica propia del psicópata y en un acto despiadado al percatarse de que el ciudadano no le entregaría voluntariamente ni el dinero ni el vehículo, entonces le disparó intencionalmente directo al corazón. No se trató de un accidente, se trató de una vileza, de un acto punible planeado en el que la sangre corrió y protagonizó el crimen aquella noche de demonios, en la que este homicida correoso decidió dárselas de macho y de arrecho, y le quitó la vida a un padre de familia para despojarlo de un vehículo. Los parroquianos vieron todo y estaban pendientes de cada movimiento en aquella noche de julio en la que el desalmado, pero muy armado delincuente quien había programado un escenario de sangre decidió que la vida de un buen hombre no valía nada. Y entonces desenfundó el arma que llevaba en el cinto preparado para matar y sin piedad ninguna, pero sí con toda premeditación alevosía y ventaja le quitó el hálito vital a un buen hombre, a un buen padre de familia, para despojarlo de su vehículo.

La psicopatía tiene un componente genético.- El padre de este homicida también es un psicópata. El hermano menor también es un psicópata, el hermano intermedio un uniformado delincuente también es un psicópata. En fin, se trata de una familia de psicópatas narcisistas acostumbrados a burlarse de la ley, a burlarse de la gente, a burlarse de las normas sociales y son alcahueteados o celestinamente justificados por quienes creen que se trata de gente correcta o de gente inocente, y no lo son. Las circunstancias es que este homicida se jacta de no ser capturado, de andar infiltrado entre gente honorable, entre gente decente, entre jueces y abogados y entre funcionarios policiales sin ser detectado y sin ser aprendido. Este homicida que hasta ahora ha podido ocultarse, hace alarde de que estrecha las manos de jueces, de políticos y de funcionarios policiales de menor, de mediano y de alto rango y nada han podido sospechar de que se trata de un homicida desalmado que intencionalmente con saña, con argucia y con disposición criminal y maligna, le quitó la vida a otro hombre, le segó la existencia a otro ser humano; todo por el afán de obtener riquezas mal habidas, de apropiarse de lo que no es suyo y se mantiene infiltrado en sociedad haciéndose pasar de hombre bueno, de hombre manso, pero el Trastorno Narcisista de la Personalidad y el Trastorno de la Personalidad Psicopática lo traicionan, cuando quiere mantener una relación de cordialidad con algunas personas a las que no puede engañar y que sí saben de quién se trata.

Tramposo en todos los escenarios.- En más de una ocasión este homicida psicópata narcisista peligroso criminal ha conversado con jurisconsultos y doctores de la ley buscando la rendija legal de cómo escabullirse de la sanción penal que merece en razón de haberle privado intencionalmente de la vida a otro ser humano. Este homicida oculto se llena de jactancia alardeando de que le dio la mano al juez fulano y estrechó la mano al alguacil zutano y anduvo con el Fiscal del Ministerio Público mengano y estuvo en la oficina de perencejo; y nadie sabe qué se trata de un hombre con récord criminal, de un hombre que es solicitado, que tiene una alerta para su detención. Pero el hombre es astuto, y evita ser localizado, es mentiroso por excelencia , mitómano como todo psicópata e inventa escenarios y situaciones en los que está pero que no está, dando falsas noticias sobre su paradero y engañando a la gente que pudo creer en él. Personalidades como las descritas son de grave intromisión en la sanidad y en la salud mental de otros, además de la seguridad, por cuanto parece manso pero no lo es. Cuando finge y quiere portarse educado, lo hace por efímeros momentos, por tiempos cortos por cuánto le cuesta sostener el teatro y luego de portarse con respeto etéreo con algún interlocutor de quien ha obtenido información veraz, cierta, científica y jurídicamente válida; para afrontar la situación de su solicitud en las pantallas de requerimiento policial, este hombre – sin pagar ni un dólar- se vale de la buena fe de los doctores de la ley y está acumulando conocimiento, información, estrategias y parámetros para cuando se vea con los ganchos en las muñecas, pueda con propiedad zafarse del largo brazo de la ley y del cual hasta ahora se ha ocultado y se ha liberado mañosamente.

De cómo los psicópatas se mimetizan.- Personas como éste homicida correoso al tratarse de psicópatas cuya psicopatía es superior a su inteligencia, creen que se la saben todas y que son estudiosos sin percatarse de que en el afán de sorprender la buena fe de los especialistas en el derecho, acumula información desordenada y se cree listo y se cree con suficiencia para burlarse también de los compromisos adquiridos con quienes han tenido la misericordia de escuchar su narrativa enlodada de miseria, de maldad y de perversión. Y el homicida oculto y correoso se cree sabio porque ha logrado hasta ahora burlar la ley y evitar su captura. Porque es que la vida del hombre que asesinó no vale nada, pero la vida de él si es valiosa. ¡Vaya perversión!. Más allá de las cuentas que tiene con la justicia humana, mayores son las cuentas que tiene con la justicia divina, toda vez que se trata de un disfraz de persona que le cuesta sobremanera mantener la educación y la cortesía en una conversación con un hombre cortés y educado. Este homicida correoso infiltrado de hombre de bien, es más que un abominable asesino, es el reflejo de malos ejemplos, de vida deshonesta, sin valores, sin principios, llena de acomodaticias situaciones y de acomodaticias figuras, para justificar lo injustificable, pero para su padre se trata de inocentes odiosidades. ¡Vaya descalabro espiritual!. Matar a otro hombre es una odiosidad, no pagar las deudas es una odiosidad, ser burletero y mal agradecidos con la gente que les hace bien es una odiosidad, en fin; cualquier comportamiento perverso, aberrante y criminal de sus hijos, incluido el asesinato, es calificado por el padre de estos, como una odiosidad. En otras palabras, asesinar y robar, no cumplir con las deudas contraídas, aprovecharse de las viudas despojándolas de sus casas, golpear y vejar a una anciana y ejercer violencia de género sobre ella es una trivialidad, una cosa pequeña que no merece mayor consideración. ¡Se habrá visto!. Si, si se ha visto, son las respuestas y comportamientos propios de gente narcisista y psicópata. Ésta es una familia de psicópatas en la que el mayor de los hijos, este homicida correoso marcó la pauta en las características de las personalidades del resto de los hermanos y lo peor del caso es que se sienten justificados, arguyen más bien que la sociedad debe repararles por ser ellos los ofendidos. En cualquier escenario todos se portan de la misma manera, de la misma forma traicionera, mendaz, arbitraria y delictiva. Éstos personajes como el homicida correoso y sus hermanos y el padre, tienen hacia la sociedad y hacia el resto de los seres humanos, una aversión oculta y simulan ser buenas personas y fingen ser decentes y cuando al padre le llegan las quejas de los hijos, lo primero que dice el padre psicópata ¡yo no sé a quién creerle!. Y cómo no va a saber a quién creerle, él sabe muy bien a quién debe creer, a quienes denuncian, a quienes acusan y se quejan de los hijos, a quienes los dejan en evidencia, pero el padre alcahueta psicópata narcisista, lo que hace es sostener infamias que son el legado que dejará a los hijos y estos hijos a sus hijos y así sucesivamente, por cuanto no tienen ninguna intención de cortar con la herencia maléfica que los caracteriza. Se trata de hombres engañosos, se trata de personajes mentirosos y con ponzoña se insuflan y pretenden manejarse todo el tiempo como gente decente, pero por encima de los otros, pensando que la gente es tonta, que la gente no se da cuenta de sus conductas. “Pero ellos nacieron para depredar”.

Si Dios hasta ahora me ha salvado de la cárcel es porque la víctima merecía la muerte.- El caso de este homicida correoso oculto que hasta ahora ha logrado burlarse de la ley de los hombres y hasta según él mismo por el amparo de Dios que lo ha mantenido libre olvidándose que la víctima, el señor, el ciudadano, el padre de familia, el vecino que asesinó también es hijo de Dios. Este hombre asesino, homicida, matón de barrio, se presenta como un hombre con exquisita cordialidad – como todo psicópata – , pero cuando empezamos a conocernos y a darnos cuenta del rostro que encubre, del rostro que oculta, entonces este hombre se zafa con grosería y con irrespeto, con burla, con desdén, torpedeando ipso facto la imagen que quería hacer prevalecer en él. No se trata de un hombre que tenga amigos en esencia por cuanto quienes creen conocerlo, no lo conocen realmente y no saben de lo que es capaz. Este homicida correoso puede estar cerca de ti, a pocas cuadras o pocos metros, pero si por la palabra que él empeñó contigo tú le llamas o le buscas, entonces sucede y te lo deja saber, que está a muchos kilómetros de distancia algo así como en otro territorio muy lejos de ti y precisamente cada vez que lo llamas, sucede que está lloviendo u otro suceso le impide cumplir con su palabra empeñada, siempre tiene la excusa imperfecta. Si debe dinero no paga y si le recuerdan que va a cobrar su salario para que pague su deuda también, él replica envalentonado ¿Y quién te dijo que voy a cobrar si ni a mi mujer le digo? Siendo que él mismo anunció cuando cobraría su salario con el cual prometía falsamente pagar sus deudas.

Vivir escondiéndose no es vivir.- En las clases de psicópatas, de sus formas de manifestarse, de sus maneras de esconderse, de sus modos de camuflarse y de la intriga que constituye su vida, este hombre a quien hoy dedico esta epístola, es un sujeto que te deja ver alguna confianza o que te asoma alguna confianza para que tú creas que es inocuo y que es tu amigo pero te está engañando, mientras está simulando una amistad, una amistad perversa, para apropiarse de tus conocimientos, para apropiarse de tus estrategias, de tus saberes y para nunca cumplir , porque no es hombre de cumplir, no es hombre de palabra, sino que es hombre que solo piensa en matar. Este homicida armado pero desalmado, este psicópata narcisista no tiene paz, porque siempre anda ocultando su verdadera esencia y siente que todo lo que hacen otros y todos los pensamientos de otros, lo son para capturarlo, para tenderle una emboscada y hacerlo preso. Dice este homicida que él ama a Dios, que Dios lo ha perdonado por cuanto no lo han capturado. Pero entonces el hombre asesinado, el hombre víctima, el padre de familia ahora difunto, el dueño del dinero y del vehículo que el homicida pretendía robarle y que en aquella noche le robó la vida. ¿Acaso este ciudadano no es hijo de Dios también? Este homicida se trata de un hombre de peligrosa palabra y así como emboscó a otro hombre para matarlo, también tiende emboscadas a otros hombres con su palabra porque nunca ha estado en su voluntad y en su ánimo la certeza de cumplir lo que ha prometido que no sea su vileza y su destreza en el engaño y el delito.

“Yo admiraba mucho a Hitler,

quería llegar a ser con él”.

Luis Alfredo Garavito. (psicópata)

Dr. Crisanto Gregorio León

[email protected]

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -