Escribir es un arte, una composición subliminal con matices que van desde lo irreal de un pronunciar de hechos acontecidos y que acontecen en la vida cotidiana. Escribir es un paradigma que nunca muere porque se alimenta del sentir del ser humano y va transcurriendo en el pasar de los años. Escribir es una gran fascinación en un plano de arquitectura en donde se diseña y se pasma en una maqueta que irradia y proyecta sueños que luego se construyen en las prácticas de las vivencias.
Yo escribo mis pensamientos lanzándolos luego al espacio con la esperanza que alguien recoja mis escrituras y las siembre para que den los frutos deseados. En todo lo que yo escribo nacen mis poesías en donde trato de rimar las tristezas, las alegrías y la esperanza de darle belleza a las ilusiones de la vida… Yo pongo mi alma en todo lo que escribo porque la luma es la lengua del alma como lo dijo el gran escritor Alfredo Brice Echenique. En lo que escribo siembro una flor con las semillas de mis palabras y las riego con el agua de mis sentimientos y las lágrimas que brotan en el palpitar de mi corazón y las abrigo con el calor de mi alma. En todo lo que escribo vuelas mis prosas en busca de la inspiración para transmitir con mi escritura todo lo hermoso de ver la vida como un viaje soñado en busca de la felicidad. El célebre y laureado escritor Gabriel García Márquez quien es Premio Nóbel de Literatura dijo que la lectura es un diálogo muy interesante porque el libro habla y el alma contesta. En lo que escribo dejo correr mi mano para que mi pluma derrame sobre el papel la sinceridad de un hermoso pensamiento. El famoso novelista Paul Auster dijo que escribir era la forma más perfecta de leer la vida. En lo que escribo le rindo homenaje al amor, le rindo pleitesía a quien lo lee y honro a quien lo merece. Yo siempre he admirado al gran escritor Jaime Luciano Balome quien dijo: «Cuando oigo que una persona tiene el hábito de leer estoy dispuesto a pensar bien de esa persona».
En lo que escribo plasmo mis peticiones esperando con fé que Dios me haga realidad todo lo que anhelo y deseo. En lo que escribo nunca podré explicar todo lo que necesita el mundo para cambiar porque tal vez nadie conozca sus necesidades. Yo no espero ser recordado como un escritor porque no lo soy, pero si quiero que me recuerden como un mortal que expresó en sus escritos a través de El Impulso todo lo que sentía y anhelaba en esta corta pasantía por la vida terrenal.
José Luis Mogollón