El presidente francés, Emmanuel Macron, abogó este lunes por que los Juegos Olímpicos sean un periodo de «tregua», en un contexto de incertidumbre política interior por las elecciones legislativas que han dejado una Asamblea Nacional sin mayorías claras para formar Gobierno.

«Los Juegos estarán en el centro de la vida del país y el mundo estará en Francia gracias a ellos», recalcó para justificar esa tregua Macron en declaraciones a la prensa recogidas por France Info, durante una visita realizada a la Villa Olímpica.

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El presidente francés no aclaró, sin embargo, si eso significa que postergará la decisión de nombrar a un nuevo primer ministro hasta el final de los Juegos, que se van a desarrollar del 26 de julio al 11 de agosto, y a los que seguirán los Paralímpicos entre el 28 de agosto y el 8 de septiembre.

Panorama político francés permanece estancado

Mientras tanto, el panorama político francés permanece estancado, si bien la semana pasada el macronismo se anotó una victoria al lograr que Yaël Braun-Pivet fuera reelegida para presidir la Asamblea Nacional con el apoyo de los conservadores de Los Republicanos.

Con ese respaldo, que puede preludiar futuras alianzas, el macronismo sobrepasó por solo 13 votos los apoyos de la candidatura presentada por la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP), la primera fuerza en la Cámara pero que con unos 200 diputados junto a sus aliados está muy lejos de los 289 de la mayoría absoluta que le garantizarían la gobernabilidad.

El NFP criticó la elección de Braun-Pivet que, desde su punto de vista, significa ignorar los resultados del 7 de julio, que a su parecer imponían un cambio.

No obstante, los cuatro partidos integrantes -los socialistas, La Francia Insumisa (LFI), los ecologistas y los comunistas- siguen sin ponerse de acuerdo sobre su propuesta para el cargo de primer ministro, cuando al cabo de la segunda vuelta de las legislativas del 7 de julio habían prometido que lo harían en una semana.

Este lunes anunció oficialmente su renuncia a ocupar ese cargo la economista y diplomática Laurence Tubiana, una de las arquitectas de los acuerdos de París sobre el clima, que contaba con aval del Partido Socialista, de los ecologistas y de los comunistas, pero que LFI había rechazado por considerarla demasiado moderada.

Ante la dificultad de encontrar un candidato que tenga el consenso de todas las partes, algunas de las componentes de la coalición, en particular los socialistas, abogan por que haya un voto de sus diputados por un nombre, de modo que la propuesta se defina por mayoría.

Para LFI, sin embargo, lo primero tiene que ser que Macron llame a la izquierda para gobernar.

«Si lo hace, terminaremos nuestras discusiones. Y cuando hayamos terminado nuestras discusiones, propondremos un candidato», argumentó en una entrevista con el canal Europe1/Cnews Manuel Bompard, coordinador de LFI.

A la espera de tener un nuevo gobierno, el Ejecutivo saliente, liderado por Gabriel Attal, presentó su dimisión la semana pasada pero va a seguir en funciones para gestionar los asuntos corrientes por un tiempo indefinido.