Hay una creciente incertidumbre en torno a la tarjeta de la MUD y la continuidad de la candidatura de Edmundo González Urrutia (EGU). Atiza esta inseguridad la narrativa de funcionarios del oficialismo que insinúan la posibilidad de sacar de la carrera presidencial al candidato de la MUD. Ante la negativa de EGU de firmar el Acuerdo de Reconocimiento de Resultados, el presidente del Consejo Electoral (CNE) declaró: “Si no quieren participar de todas maneras habrá elecciones». Y en una entrevista reciente, Aimé Nogal, rectora principal de CNE, recordó que “el Tribunal Supremo de Justicia tiene una decisión pendiente sobre la tarjeta la Mesa de la Unidad Democrática”. Anular la tarjeta de la MUD dejaría a los electores confundidos o sin la opción de votar por su opción preferida.
María Corina Machado (MCM) ha amenazado a Maduro con perseguirlo, enjuiciarlo y condenarlo a la cárcel. La incertidumbre se mantiene porque EGU lidera las encuestas gracias a que MCM le está buscando los votos y es a ella a quien le deberá el triunfo. Si bien MCM ha moderado su amenazante posición, ni ella, ni EGU, ni la Plataforma Unitaria terminan de ofrecer garantías de no persecución y de supervivencia al chavismo-madurismo después de las elecciones. Por lo tanto, la candidatura de EGU es considerada como un peligro por el oficialismo.
Adicionalmente, mientras se mantengan las recompensas y sanciones personales de EEUU contra Maduro y sus colaboradores, el gobierno no dejará correr en la carrera presidencial a quienes cree que pueden entregarlo y convertirse en su verdugo. Maduro no quiere verse sufriendo la persecución y encarcelamiento a los que fueron sometidos Rafael Correa y Lula Da Silva. Los dirigentes medios del PSUV tampoco quieren correr la suerte de los miembros de las FARC que se incorporaron a la vida política -luego de firmar los Acuerdos de Paz-, pero terminaron perseguidos y asesinados.
En esas circunstancias, el PSUV tendrá muchas dudas para dejar llegar hasta el final de las presidenciales a la amenaza que está detrás del candidato formal de la Plataforma Unitaria, detrás del cual estará el verdadero poder. Ante ese riesgo, el oficialismo podría recurrir a maniobras de última hora para anular la tarjeta de la MUD y truncar la victoria del candidato opositor.
Solo si se respetan los derechos políticos de los perdedores será posible una solución electoral y pacífica del conflicto venezolano. Las garantías de no persecución para Maduro y el chavismo es la clave para evitar que el TSJ anule la tarjeta de la MUD y se puedan celebrar unos comicios que permitan la alternancia en el poder por la vía electoral y pacífica.
Víctor Álvarez R.
@victoralvarezr