Desde la Redoma de Petare en Caracas, el presidente Nicolás Maduro acusó a la oposición de planear una tragedia para forzar la suspensión de las elecciones presidenciales programadas para el 28 de julio. Según Maduro, tras el supuesto incidente, la comunidad internacional pediría la cancelación de los comicios. No obstante, el mandatario aseguró que las elecciones se llevarán a cabo como está previsto.
Maduro afirmó conocer los detalles del plan opositor, que incluiría una «hecatombe» para justificar la suspensión electoral. En su discurso, mencionó que figuras internacionales como «los gringos», refiriéndose a Estados Unidos y políticos como Javier Milei (presidente de Argentina) y Daniel Noboa (presidente de Ecuador) apoyarían la suspensión. Sin embargo, Maduro insistió en que el gobierno está preparado y que las elecciones se realizarán «llueva, truene o relampaguee».
«Sé todo. Quieren una hecatombe, una tragedia, para gritar suspensión de las elecciones y saldrían los gringos, saldría el malparido de Milei, saldría el Novoa, suspendan las elecciones. Yo les digo: Estamos preparados, nervios de acero, calma y cordura», resaltó el líder oficialista.
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El presidente también destacó que el poder en Venezuela reside en la unión cívico-militar-policial y que el país está listo para enfrentar cualquier intento de desestabilización. Esta denuncia se produce un día después de que Maduro acusara a la oposición de planear un apagón eléctrico nacional para influir en los resultados electorales.
Maduro advirtió que no habrá clemencia para aquellos que intenten manipular el proceso electoral mediante un apagón, y aseguró que cualquier intento de desestabilización será enfrentado con justicia. «Yo solo les digo: si se atreven, si se comen la luz, se van a arrepentir 100 años. No va a haber clemencia con el fascismo. Justicia va a haber», advirtió el día miércoles.
