¿Es necesario que exista una Ley para respetar a la mujer en ese estado de vulnerabilidad?
Corría el año 1985 y María Eugenia entraba a la maternidad a parir a su primer hijo. De repente le arreciaron los dolores y pegó un gritó.
Enseguida una enfermera se dió vuelta y con voz áspera le preguntó:
—¿Porque gritas?—
A lo que la joven María le respondió:
—Porque me duele mucho—
Y entonces la enfermera con sarcasmo preguntó:
—¿Y cuando te lo hacían no te dolía?—
¡¡María Eugenia la miró y mordiendo sus labios calló!!
¡Gracias María Eugenia por tu valiente testimonio!
Precisamente sobre este tema leí un artículo en la Revista Venezolana de estudios de la mujer, titulado:
«Violencia Obstétrica y la esterilización forzada frente al discurso médico»
Una excelente narración de la doctora: Asia Villegas Poljak, médica diplomada en derechos humanos, doctora en Ciencias Médicas, reonocida por su desempeño en la Igualdad y Equidad de Género en defensa de la mujer.
En uno de los fragmentos de dicha revista, la doctora Villegas, hace referencia a:
El discurso del personal de salud ante el parto:
«Es común y parte del concierto de las angustias, los famosos gritos del personal de salud.
Muchas veces se puede escuchar, el discurso patriarcal, de boca del propio personal femenino, frases como: ahora sí te duele, ahora sí vas a gritar, cuando lo hacía no te quejaste, abre las piernas bien floja, deja la quejadera, no te bajes, deje de quejarse y suba a la cama. Rápido, suba y levante las piernas que ya está pariendo.
E inclusive ante una demanda de: —Por favor doctora yo lo que quiero es dar a luz de pie. Yo me preparé para eso—.
—Mira, mijita, no seas sifrina. Esas modas son para las clínicas privadas. Pero aquí la que manda soy yo—»
(Asia Villegas Poljak)
«Revista Venezolana de estudios de la mujer» junio 2009.
Como lo describo al comienzo de este artículo, La violencia Obstétrica es una alarmante realidad. Es un fenómeno preocupante que afecta a mujeres en todo el mundo durante el proceso de embarazo, parto y postparto.
Se define como cualquier acción u omisión por parte del personal de salud que cause daño físico, emocional o psicológico a la mujer.
Origen y manifestaciones de la violencia obstétrica.
La violencia obstétrica puede manifestarse de diversas formas, como la falta de información y consentimiento informado, la realización de procedimientos invasivos sin necesidad médica, la imposición de intervenciones innecesarias, el trato deshumanizado, la falta de privacidad y confidencialidad, entre otros.
Impacto en las mujeres y en la sociedad
Las consecuencias de la violencia obstétrica son devastadoras tanto a nivel individual como social.
Las mujeres víctimas de esta forma de abuso pueden experimentar traumas emocionales, depresión, ansiedad, culpa, baja autoestima y hasta aumento de los riesgos durante el parto.
Además, esta práctica perpetúa la desigualdad de género y vulnera los derechos humanos fundamentales de las mujeres.
¿Qué podemos hacer para combatir la violencia obstétrica?
Es fundamental concienciar a la sociedad sobre la existencia y gravedad de este problema, así como promover la formación de los profesionales de la salud en la atención respetuosa a las mujeres embarazadas.
Las mujeres deben ser informadas, empoderadas y tratadas con dignidad en todo momento.
En conclusión, combatir la violencia obstétrica es responsabilidad de todos. Es necesario crear conciencia sobre esta problemática, exigir cambios en los sistemas de salud y trabajar juntos para garantizar que todas las mujeres reciban una atención segura, respetuosa y libre de violencia en todo el proceso de maternidad.
Natividad Castillo P. (Natty)
