La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sancionó este jueves al grupo criminal Tren de Aragua, designándolo como una «organización criminal transnacional» con sede en Venezuela que se encuentra en plena expansión por todo el hemisferio occidental. La medida busca frenar las actividades ilícitas de esta organización, que incluyen el contrabando y la trata de personas, la violencia de género, el lavado de dinero y el tráfico de drogas.
«La designación de hoy del Tren de Aragua como una importante organización criminal transnacional subraya la creciente amenaza que representa para las comunidades de la región», afirmó el Subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson. «Esta acción demuestra nuestro compromiso de combatir a las organizaciones criminales que se aprovechan de las poblaciones vulnerables y socavan la seguridad regional», agregó.
Las sanciones de la OFAC congelan cualquier propiedad o interés en la propiedad del Tren de Aragua que se encuentre en los Estados Unidos o bajo el control de ciudadanos estadounidenses. Además, se prohíbe cualquier transacción con la organización o con personas o entidades que la posean en un 50% o más.
Recompensas por el Tren de Aragua
El Departamento de Estado también anunció recompensas de hasta $12 millones por información que conduzca al arresto y/o condena de varios líderes del Tren de Aragua.
De acuerdo a este organismo internacional, el Tren de Aragua, que surgió como una pandilla carcelaria en Venezuela, ha expandido rápidamente sus operaciones a lo largo del continente americano en los últimos años. La organización se enfoca principalmente en el tráfico de personas y otros delitos contra migrantes desesperados, pero también obtiene ingresos a través de la minería ilegal, el secuestro, la extorsión y el tráfico de drogas como la cocaína y el MDMA.
«El Tren de Aragua representa una grave amenaza criminal en toda la región», advirtió la Administración Biden. «Esta organización explota sus redes transnacionales para traficar personas, especialmente mujeres y niñas migrantes, a través de las fronteras para su explotación sexual y servidumbre por deudas. Cuando las víctimas intentan escapar, los miembros del Tren de Aragua a menudo las asesinan y publican sus muertes como una amenaza para otros», alertaron las autoridades estadounidenses.
El Tesoro estadounidense señaló que, a medida que el Tren de Aragua se expandía, se infiltró oportunistamente en las economías criminales locales de América del Sur. La organización también estableció operaciones financieras transnacionales, lavó dinero a través de criptomonedas y formó vínculos con el Primeiro Comando da Capital, un conocido grupo criminal brasileño sancionado por Estados Unidos.