Los residentes y comerciantes de la calle 33 en el centro de Barquisimeto denuncian las condiciones precarias e insalubres en las que viven las familias de la zona debido al colapso de las cloacas en el sector, un problema que los aqueja desde hace aproximadamente 16 años.
Orly Velasco, habitante de la calle 33 entre carreras 25 y 26, denuncia las condiciones insalubres en las que vive su familia. Las aguas negras han invadido su hogar, ocasionando enfermedades renales, infecciones respiratorias y de la piel, especialmente en los niños.
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Familias de la calle 33 subsisten entre aguas negras
Los residentes de la comunidad dijeron a El Impulso que han denunciado el problema en reiteradas ocasiones a las autoridades correspondientes, sin obtener respuesta. A pesar de las inspecciones realizadas por Hidrolara, el tubo madre que origina el colapso no ha sido reparado. La situación se agrava por la falta de acceso a servicios básicos como agua potable y el mal estado de las calles.
El colapso de las cloacas no solo afecta a las familias que viven en la calle 33, sino también a los comercios ubicados en la zona, que venden alimentos y víveres en medio de fuertes olores y la acumulación de aguas negras en las afueras de los locales. Alirio Terán, un trabajador de la zona, expresó que la contaminación afecta a los consumidores, quienes compran alimentos en locales expuestos a los gases liberados por las redes colapsadas.
Colapso de cloacas causa enfermedades en residentes
Velasco, denuncia que las aguas negras han inundado las viviendas, por lo que las aguas de las cloacas retornan a los hogares de la comunidad y afectan la estructura, causando huecos en el suelo y drenando por las tuberías del baño, generando condiciones de vida insalubres para la población. Las paredes de la vivienda también se han visto afectadas por la humedad.
«Las cloacas están demasiado terribles. El baño no baja, en el patio se nos están haciendo más huecos, eso me tiene preocupada, no vaya a hacer que se nos hunda la casa», comenta Velasco, quien vive con su madre sexagenaria, su hija, su nieto y la esposa e hijos de su hermano, quien se encuentra en el exterior.
La afectada también lamenta que el baño y el patio son áreas inaccesibles debido al desborde de las aguas negras, por lo que deben ir a las casas de otros familiares, e incluso a una estación de servicio cercana para bañarse.
Domingo Silva, habitante de la comunidad, expresó que niños en la comunidad presentan enfermedades y lesiones cutáneas, debido a la contaminación ocasionada por el desborde de aguas servidas en los hogares; mientras que su esposa y otra señora de la comunidad presentan afecciones cardíacas relacionadas con las condiciones de precariedad higiénica en las que viven.
Condiciones insalubres impactan la economía familiar
La situación ha impactado no solo la salud de los residentes, sino también su economía. Velasco ha tenido que desechar muebles y enseres por la proliferación de ácaros, enfatiza que los ingresos del hogar provienen del trabajo de su hija de 22 años y su sobrino de 19, dirigiéndose principalmente a la adquisición de desinfectantes y productos de limpieza.
En el mismo sentido, expresa que junto a su madre debe hacerse cargo de la higiene del hogar para evitar riesgos mayores de enfermedades. Por otra parte, su cuñada trabaja en el campo para proveer alimentos, mientras que su sobrino de 13 años ha considerado dejar de estudiar para dedicarse a trabajar y aportar económicamente, explica la afectada.
Las familias afectadas por el colapso de las cloacas en la calle 33 hacen un llamado a las autoridades y a los organismos correspondientes para solventar esta problemática que atenta contra la salud pública, así como los comerciantes y conductores esperan la reparación de la capa asfáltica deteriorada por la filtración de aguas negras en el sector.