La Zona Pastoral Espíritu Santo de la Arquidiócesis de Barquisimeto se vistió de gala este domingo para celebrar por todo lo alto los 125 años de la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento del Altar.
Miles de feligreses, pertenecientes a grupos, movimientos, áreas de pastoral y parroquias de toda la zona, se unieron en una emotiva procesión que recorrió la Avenida Lara desde el Colegio San Vicente de Paúl hasta el Santuario de la Divina Pastora en Santa Rosa.
A lo largo del recorrido, se instalaron diferentes estaciones donde se oró por cada región del país, creando un ambiente de profunda espiritualidad y fervor religioso. Al llegar al Santuario, se celebró una solemne Eucaristía presidida por el Presbítero Juan Ignacio Franceschi, concelebrada por todos los sacerdotes de la Zona Pastoral Espíritu Santo.
Un compromiso renovado
Momento cumbre de la celebración fue la renovación de la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento. Ante un mar de fieles que oraban con fervor, se elevó una plegaria reafirmando la fe inquebrantable del pueblo venezolano y encomendando el destino de la nación a la protección divina.
Un mensaje de unidad y esperanza
La procesión y la Eucaristía fueron una clara expresión de la fe y devoción del pueblo barquisimetano hacia el Santísimo Sacramento. También sirvieron como un llamado a la unidad, la esperanza y la fe, recordando a todos que Venezuela es tierra consagrada a Dios y que su pueblo camina bajo su amorosa protección.
En un contexto marcado por desafíos y dificultades, esta renovación de la Consagración cobra especial relevancia, invitando a todos los venezolanos a unirse en oración y a trabajar por un futuro mejor para el país.
Un acontecimiento de profunda trascendencia
La Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento del Altar es un acontecimiento de profunda trascendencia para el país, ya que representa el reconocimiento del pueblo venezolano de Jesús como Señor y Redentor, y un compromiso a vivir de acuerdo a sus enseñanzas.