La comunidad internacional ha expresado su rechazo al levantamiento militar en Bolivia, que ha generado máxima tensión en el país. Las fuerzas militares tomaron la plaza central de La Paz e ingresaron a la Casa de Gobierno en un intento de golpe de Estado. El presidente Luis Arce ha instado a respetar la democracia.
El general Juan José Zúñiga, destituido de su cargo de Comandante del Ejército horas antes por el presidente Luis Arce Catacora, lideró el levantamiento militar. Militares armados y tanquetas se han apostado frente a la sede de gobierno en La Paz, y un tanque incluso tiró las puertas del palacio presidencial, tomando control de la plaza central de la capital.
Pronunciamientos en contra
Líderes internacionales han condenado enérgicamente estos acontecimientos. Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ha manifestado la solidaridad de la Unión Europea con el gobierno y el pueblo boliviano, rechazando cualquier intento de quebrantar el orden constitucional en Bolivia.
Desde Chile, el presidente Gabriel Boric también ha expresado su preocupación y apoyo a la democracia en Bolivia. Condenó la inaceptable acción de fuerza por parte de un sector del ejército boliviano y enfatizó la importancia de mantener el orden constitucional legítimo en cualquier lugar.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, ha sido contundente en su condena. La Secretaría General no tolerará ningún quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia o en cualquier otro país. El Ejército debe someterse a la autoridad civil legítimamente elegida, según la Carta Democrática Interamericana.
Uno de los aliados en la región del presidente Arce, Nicolás Maduro, presidente Venezuela, tildó de «insolencia, total y absoluta» la acción del comandante Zuñiga. «Pretende desobedecer su autoridad legítima (Luis Arce), electo en elecciones».
La Cancillería de Colombia repudió enérgicamente las acciones de algunas unidades del ejército boliviano, que amenazan con la ruptura del orden constitucional y atentan contra la democracia y la estabilidad de la región.
Por su parte, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, condenó los movimientos militares en Bolivia y envió su apoyo y solidaridad al pueblo boliviano, haciendo un llamamiento a respetar la democracia y el estado de derecho.