En 1976 siendo yo Secretario General de COPEI en la parroquia Unión me tocó realizar la gran responsabilidad de dirigir la campaña electoral de nuestro candidato Luis Herrera Campins, donde logramos una arrolladora y contundente victoria.
Como en esta campaña electoral el Sr. Gustavo Carmona quien era el Director de EL IMPULSO y nuestro candidato al antiguo Congreso Nacional, me cedió un espacio como columnista de este Diario en donde escribí hasta 1998, tuve gran aceptación de los lectores. Ahora nuevamente estaré en las páginas de opinión del Decano de la Prensa Occidental porque la hija del Sr. Gustavo Carmona, Gisela Carmona a quien tuve el altísimo honor de conocer y conversar con ella recientemente y quien es Directora de EL IMPULSO, me ha dado la oportunidad de volver a escribir para este diario.
Quiero dejar claro que no soy periodista pero me gustaría serlo porque es una profesión muy noble que siempre me ha fascinado. No soy ningún letrado, ni un intelectual ya que ni la persona más erudita puede darse el lujo de jactarse de conocer con propiedad todas las palabras que componen nuestro riquísimo idioma castellano, pero si hace falta conocer una gran parte de nuestro idioma y así enriquecer nuestro léxico y nuestro vocabulario y aumentar sin mucho esfuerzo nuestro fondo cultural.
Dejo claro que yo no escribo por encargo de nadie ni por órdenes de alguna persona y menos en este en este campo donde la adulancia y el servilismo son el pan nuestro de cada día. Jamás he sido servil ni adulante de nadie porque cuando el hombre cae en la bajeza de la adulancia y el servilismo se convierte en prisionero de la vergüenza porque ha perdido el honor, la dignidad, la autoestima y no se merece el respeto de sus semejantes. Yo escribo amparado en la Libertad de Expresión y del pensamiento que son un Sagrado Derecho de Rango Constitucional.
Regreso al Diario EL IMPULSO como columnista poniendo en vigencia esa máxima que dice: EL BUEN HIJO VUELVE A CASA.
Alí Ramón Delgado