Con gran dolor y profundo sentimiento de pesar lamentamos el sensible fallecimiento del periodista, crítico literario y colaborador de nuestra sección de opinión, Pedro J. Lozada, quien estaba radicado en Caracas.
Lozada se desempeñó en los años setenta como jefe de información de El Impulso y dado su carácter de persona culta, hecha por su vocación a la lectura, se caracterizó por la divulgación del boom latinoamericano con las principales figuras icónicas de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, cuyas obras fueron conocidas en todo el mundo.
En esa época todavía las redacciones de los diarios eran centros de tertulias y a esa costumbre no escapó El Impulso, ya que en las tardes se reunían, en el pasillo de la redacción del diario, donde habían unos sofás, personas de diferentes sectores y, por supuesto, quienes venían para hablar de cultura con Pedro J. Lozada, que había creado una sección literaria en el periódico.
Pero, Lozada no sólo se ocupaba de dictar las pautas a los reporteros y entrevistar a pintores, poetas y otras personas dedicadas al mundillo cultural, entre los que habían dueños de salas de exposiciones pictóricas en la región, sino que les daba libros a los periodistas y, asumiendo funciones didactas, les pedía que le trajeran en una hoja una síntesis de lo que habían apreciado de la obra. Fue así que además de los mencionados autores también tuvieron acceso a otros como Juan Rulfo, Jorge Amado, Alejo Carpentier, Felisberto Hernández, Ernesto Sábato y Juan Carlos Onetti, entre otros.
Hay que leer hasta los volantes que les entreguen en la calle, les decía a los reporteros cuando los despedía en los lapsos que había en ese entonces, ya que se trabajaba corrido doce días y se descansaban tres.
Pedro J. Lozada, quien residía en Cabudare, era una persona muy disciplinada y exigía esa misma cualidad al personal a su cargo; pero, al mismo tiempo, les recomendaba a los reporteros escribir en la forma más sencilla porque decía que las informaciones tenían que ser comprendidas hasta por quienes apenas sabían leer.
El Director y Editor de El Impulso era el periodista Gustavo Carmona y el jefe de Redacción de esa época, Salvador Macías, hijo del también recordado periodista Eligio Macías Mujica. Y la jefatura de Deportes estaba a cargo de Luis Rodríguez Moreno, quien aún no ha podido superar el impacto que le causó la noticia de la muerte de Lozada.
Hace quince días estuve hablando por espacio de cuarenta minutos con él, recordó. Estuvimos conversando sobre cine, porque Pedro J. Lozada era una persona ecléctica. Su sabiduría no sólo era producto de los libros sino de los viajes que hizo por el mundo, ya que al salir de El Impulso regresó a su vida en el mar, porque era jefe de máquinas de grandes naves y recorrió, prácticamente, todo el mundo como marino mercante y me confesó que estaba escribiendo un libro sobre su experiencia y conocimiento de los países que visitó.
Era una persona muy culta, inteligente y apegada a los más firmes principios de honestidad, responsabilidad y disciplina, añadió Luis Rodríguez Moreno. Y a sus casi noventa años se había dejado crecer la barba, que le daba la imagen de un anciano sereno y admirable.
Al registrar tan lamentable pérdida, la Junta Directiva de El Impulso, la dirección de este diario y todo su personal elevan su plegaria de amor para que Dios lo reciba como uno de sus hijos, que supo ser ejemplo de dignidad, útil, servidor a carta cabal y ejemplar ciudadano. Paz a su alma.