El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, pidió el lunes al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que evite una «escalada» en Líbano como consecuencia de la guerra en Gaza.
Gallant viajó a Washington con la intención de afianzar los vínculos con el principal aliado de Israel, después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reprendiera a Estados Unidos por un supuesto retraso en la entrega de armas.
Blinken habló con él de la importancia de alcanzar un acuerdo entre Israel y Hamás que «garantice la liberación de todos los rehenes y alivie el sufrimiento del pueblo palestino», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
También «subrayó la importancia de evitar una mayor escalada del conflicto y alcanzar una resolución diplomática que permita a las familias israelíes y libanesas regresar a sus hogares», añadió en un comunicado.
La tensión ha aumentado con tiroteos entre Israel y el movimiento libanés Hezbolá, respaldado por Irán.
Gallant también se reunió con el jefe de la CIA, Bill Burns, el hombre clave de Estados Unidos en las negociaciones para liberar a los rehenes de Hamás.
«Me gustaría enfatizar que el compromiso principal de Israel es devolver a los rehenes, sin excepción, a sus familias y hogares», dijo Gallant antes de la reunión.
«Continuaremos haciendo todos los esfuerzos posibles para traerlos a casa», reiteró.
¿Qué pasa entre Israel y el Libano?
La guerra estalló cuando comandos de Hamás irrumpieron en el sur de Israel y mataron a unas 1.195 personas, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales.
También secuestraron a 251 rehenes, de los que 116 siguen retenidos en Gaza, y entre los cuales 42 habrían fallecido, según el ejército israelí.
En respuesta Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre en Gaza, que ya ha dejado 37.626 muertos, sobre todo civiles, según el Ministerio de Salud del territorio.df cv