Originario de América, su distribución abarca desde el sur de Canadá hasta Panamá, incluyendo gran parte de Estados Unidos y México. Su notable capacidad de adaptación le ha permitido prosperar en diversos hábitats, desde bosques y zonas ribereñas hasta áreas urbanas.
Sus marcas faciales negras distintivas alrededor de los ojos, asemejando una máscara lo hace fácilmente reconocible. Su cola larga y tupida presenta anillos negros y blancos alternados. Posee patas delanteras diestras, con dedos largos y sensibles que les permiten manipular objetos con destreza.
Es curioso y oportunista. Su capacidad para aprender y resolver problemas le ha valido la reputación de ser ladrón astuto, capaz de abrir contenedores y acceder a comida. Su actividad se desarrolla principalmente durante la noche.
Lava su comida en agua, aunque el comportamiento no se atribuye a una limpieza real, sino a la manipulación sensorial y la detección de texturas.
La relación entre humanos y mapaches ha sido compleja y variable. En algunas regiones, los mapaches son considerados plagas debido a su oportunismo y capacidad para acceder a fuentes de alimento humano. Sin embargo, también se les ha visto como animales curiosos y hasta encantadores.
En la cultura popular, los mapaches han sido representados en películas, libros y dibujos animados, a menudo como personajes astutos e ingeniosos.
Recientemente se hizo viral un mapache, mejor conocido como “Pedro, Pedro”. Este animal se convirtió en tendencia en las últimas semanas. Este contenido surgió a partir de un remezcla que se hizo a partir de la canción Pedro de Raffaella Carrá, producida originalmente en 1982.
Según diversas fuentes, se trata de una mascota real que se llama Ginger y su propietario es un usuario ruso de TikTok, quien compartió un video de su mascota bailando, contenido que se viralizó rápidamente.