En la 11ª edición del informe Índice Global de Derechos de los trabajadores a nivel mundial, que presentó la Confederación Sindical Internacional (CSI) en la 112.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra, Venezuela figuró como uno de los países en el que los derechos de los trabajadores no están garantizados. En el ámbito global, el informe encontró que gobiernos y empresas han acelerado los abusos contra las conquistas y derechos laborales a escala global.
Este índice mide el cumplimiento de los derechos laborales colectivos tales como libertad de asociación, negociación colectiva y huelga, en escalas que van del 1 al 5, siendo el 5 la peor clasificación.
Junto a Venezuela, que recibió cinco puntos en la escala de clasificación de 2024, se encuentran Arabia Saudita y Nigeria. Los países con una calificación de 5 son los peores países del mundo para trabajar, destaca la CSI: “Si bien la legislación puede establecer ciertos derechos, los trabajadores en la práctica no tienen acceso a estos derechos y, por lo tanto, están expuestos a regímenes autocráticos y prácticas laborales injustas”.
Venezuela también está entre los trece países que vieron deteriorar sus calificaciones en 2024. En 2023 había obtenido cuatro puntos en la clasificación, lo que se traducía en que tanto el gobierno como las empresas están realizando “serios esfuerzos para aplastar la voz colectiva de los trabajadores, poniendo en peligro los derechos fundamentales”.
En la lista de países que retrocedieron en su clasificación se incluyó además a Costa Rica, Finlandia, Israel, Kirguistán, Madagascar, México, Nigeria, Qatar, la Federación de Rusia, Arabia Saudita, Sudán, Suiza.
«Mientras que la calificación de Brasil (escala 4) ha mejorado con el Gobierno de Lula, las de Costa Rica (escala 3), México (escala 4) y Venezuela (escala 5) han empeorado«, destaca el Índice Global 2024.
Persecución para “amordazar” la libertad sindical
En el informe la Confederación Sindical Internacional también denunció la persecución contra trabajadores y sindicalistas en el país: “Los arrestos arbitrarios y los procesamientos de sindicalistas, con la intención de amordazar al movimiento sindical independiente, eran algo común en México, Panamá y Venezuela”.
Destacan que las autoridades del país “continuaron atacando a los sindicalistas mediante detenciones arbitrarias y sentencias por cargos falsos”. Al respecto, mencionaron el juicio “carente de toda prueba o testimonio” que culminó en una condena de 16 años por conspiración y asociación para cometer un delito a Gabriel Blanco, director de Comunicaciones de la Seccional Caracas de la Central Sindical Nacional Alianza Sindical Independiente (ASI).
“Los activistas y defensores de derechos humanos Emilio Negrín, Reynaldo Cortés Gutiérrez, Alcides Bracho, Alonso Meléndez y Néstor Astudillo recibieron la misma sentencia. Los sindicalistas creen que la medida fue una represalia. para demandas de aumento salarial. Los seis fueron liberados en diciembre de 2023, pero siguen sujetos a medidas. que limitan su capacidad para llevar a cabo sus deberes sindicales”, advierte la CSI.
En otro apartado del documento también se menciona a Venezuela como uno de los países en donde los sindicatos se enfrentaron a redadas organizadas por policías y fuerzas estatales, “en sus oficinas y propiedades en un burdo intento por reemplazar sus liderazgos por individuos progubernamentales”. Como países en los que detectaron estos ataques ilegales, además de Venezuela, señalan a GuineaBissau, Kirguistán, Nigeria, Tanzania y Yemen.