Venezuela enfrenta una dura realidad: numerosas especies animales se encuentran en peligro de extinción. La destrucción del hábitat, la caza furtiva y la contaminación son solo algunas de las amenazas que ponen en jaque a la fauna venezolana.
Hoy, en El Impulso, te presentamos cinco casos emblemáticos que exigen atención urgente.
El Oso Frontino:
El único oso de Suramérica, majestuoso habitante de los Andes venezolanos, se ve acorralado por la fragmentación de su hábitat y la caza furtiva. Estimaciones indican que solo quedan entre 1500 y 2000 individuos en estado salvaje. La pérdida de bosques nublados, producto de la deforestación y la expansión agrícola, lo priva de alimento y refugio, mientras que la caza por su piel y carne lo convierte en un objetivo codiciado.
La Tortuga Arrau:
La tortuga más grande de Venezuela, un ícono de los ríos amazónicos, enfrenta un panorama crítico. La caza furtiva por sus huevos y carne, y la contaminación de las aguas la han llevado al borde de la desaparición. Se estima que solo quedan entre 25.000 y 100.000 individuos maduros.
El Cóndor Andino:
El ave voladora más grande del mundo, símbolo nacional de Venezuela, surca los cielos con alas cada vez más escasas. La caza furtiva, el envenenamiento por ingesta de carroña contaminada y la destrucción de su hábitat lo han colocado en peligro crítico. Se estima que solo quedan entre 1300 y 1600 individuos en estado salvaje.
El Manatí del Caribe:
El apacible gigante de los ríos y mares venezolanos se encuentra en peligro crítico de extinción. La caza furtiva por su carne y piel, la colisión con embarcaciones y la degradación del hábitat lo han diezmado. Se estima que solo quedan entre 300 y 500 individuos en Venezuela.
La Cotorra Cabeciamarilla:
Esta colorida ave, emblemática de los llanos venezolanos, ha visto su población declinar drásticamente debido a la destrucción de su hábitat por la expansión agrícola y ganadera, la captura ilegal para el tráfico de mascotas y la competencia con otras especies. Se estima que solo quedan entre 5000 y 10.000 individuos en estado salvaje.