En un acto celebrado el viernes en la cuenca del río Orinoco, se liberaron 21.000 crías de tortuga arrau y terecay, como parte de un importante plan de conservación de estas especies emblemáticas. El evento, que contó con la participación de comunidades indígenas y funcionarios del Ministerio de Ecosocialismo, «marca un hito en la lucha por la preservación de estos quelonios en peligro de extinción».
Un millón de tortugas arrau: Un logro histórico
El Ministro de Ecosocialismo, Josué Lorca, destacó la trascendencia de este logro, resaltando que desde la creación del programa de conservación de tortugas en 1989, se han liberado un total de un millón de tortugas arrau. A estas se suman 104.767 tortugas terecay, también liberadas como parte de este esfuerzo conjunto por proteger la biodiversidad del país.
«La liberación de un millón de tortugas representa un paso crucial hacia la recuperación de sus poblaciones y la preservación de su invaluable rol en el ecosistema«, afirmó Lorca.
Un llamado a la acción por la conservación
El ministro enfatizó la responsabilidad que recae sobre la sociedad para proteger la biodiversidad del planeta. «Este evento nos recuerda la importancia de la conservación y la responsabilidad que tenemos como sociedad para proteger la biodiversidad de nuestro planeta», sentenció.
La tortuga arrau: Una especie amenazada
La tortuga arrau, la especie más grande de agua dulce del mundo, se encuentra en peligro de extinción debido a la caza furtiva, el tráfico ilegal y la destrucción de su hábitat. En Venezuela, la situación no es diferente, con la especie enfrentando graves amenazas por parte del ser humano.
«La existencia de la tortuga arrau está muy comprometida y tiene como su mayor depredador al ser humano», explicó el Ministerio de Ecosocialismo en mayo del año pasado. La carne de estas tortugas es consumida ilegalmente, mientras que su caparazón se utiliza para la elaboración de artesanías.
Un futuro esperanzador para las tortugas del Orinoco
La liberación de estas 21.000 crías de tortuga arrau y terecay representa un rayo de esperanza para la conservación de estas especies en Venezuela. El trabajo continuo y el compromiso de las comunidades, las autoridades y la sociedad en general serán fundamentales para asegurar la supervivencia de estas emblemáticas criaturas del río Orinoco.