Trabajo de www.lanacionweb.com
Las casas hogar no dejan de enfrentar problemas. No cuentan con la proteína necesaria para alimentar a los abuelos, y atraviesan un importante déficit de personal de planta.
El doctor Carlos Fuentes, consultor jurídico de la Diócesis de San Cristóbal y asesor de estas casas de la entidad, explicó que luego de contar hasta con ocho trabajadores para cada ancianato hoy se tienen solo tres o cuatro, incluso hasta menos.
Argumentó que este déficit se debe, en primer lugar, a que la mano de obra no la hay y en segundo lugar, porque los medios para cancelar el trabajo hecho, escasea, debido a que ahora la gente cobra en dólares y pesos, no les gusta recibir bolívares.
“Es una situación bastante difícil, para las casas hogar, porque realmente en algunas no llega ninguna divisa, y otras personas que quieren trabajar cobran exageradamente y no se puede”, aseguró.
En tal sentido, explicó que donde se atiende realmente al necesitado, al humilde, no tienen recursos para dar respuesta al trabajador que desea ingresar.
Refirió, por otra parte, que está muy difícil, conseguir proteínas, porque los benefactores tienen muchas dificultades también, hay poca producción “ya para que nos regalen una res cuesta mucho”.
Ante esta escasez de proteínas, se está complementando la alimentación de los abuelos con granos, sardinas, huevos, algunas donaciones de pescado, aunque son muy pocas.
Realmente cada día están más limitados, entendiendo que las casas hogar no tienen el apoyo de una institución real, que se dedique a mantenerlos, solo se vive de la caridad y de la necesidad, porque no se tiene los recursos para atender a los ancianatos, no hay aporte en presupuesto en ninguna entidad pública.
“De lo que se recibe es cuando la primera dama hace visitas y da sus aportes, pero de lo contrario, es muy difícil la situación de los ancianatos y a esto debe sumarse los problemas que se presentan por la falta medicamentos y los cortes de electricidad”, concluyó.