Las Torres del Sisal, ubicadas en la Zona Industrial de Barquisimeto, Venezuela, son un conjunto de cuatro torres de 27 pisos que se erigen como un símbolo de la desidia y la tragedia. Concebidas como un ambicioso proyecto habitacional en la década de los 70, las torres quedaron inconclusas y abandonadas, convirtiéndose en un foco de delincuencia, refugio de personas sin hogar y escenario de lamentables sucesos
Las Torres del Sisal se alzan como un gigante dormido en el oeste de Barquisimeto. Sus imponentes estructuras de concreto y acero, sin ventanas ni puertas, son un recordatorio constante de un proyecto que alguna vez pretendió ser un símbolo del progreso y la modernidad en la ciudad.
La construcción de las torres comenzó en la década de los 70, durante el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. El proyecto, contemplaba la edificación de cuatro torres de 27 pisos cada una, con capacidad para albergar a más de 1.000 familias.
Sin embargo, las obras se paralizaron abruptamente a principios de la década de los 80, debido a una serie de problemas financieros, administrativos, fallas estructurales, ante una eventualidad sísmica, e inestabilidad en el terreno.
Desde entonces, las torres han permanecido en el olvido, convertidas en un esqueleto urbano que genera zozobra y temor entre los habitantes de la zona. A lo largo de los años, este lugar ha sido escenario de numerosos hechos delictivos, incluyendo robos, asaltos e incluso asesinatos. Además, la falta de vigilancia y la precaria situación de las estructuras han convertido el lugar en un refugio para personas sin hogar y actividades paranormales.
Las Torres del Sisal representan una herida abierta en Barquisimeto. Son un símbolo de la desidia y la falta de planificación urbana. Su historia es un recordatorio de los sueños rotos y las promesas incumplidas que han marcado el desarrollo de la ciudad.
Torres del Sisal: Intento de rehabilitación
En el 2020, El Impulso conversó con Liana Arrieta, asesora del proyecto de rehabilitación de Las Torres del Sisal, y confesó que a finales estaría concluida una torre, pero la promesa nunca se cumplió.
La ingeniero civil reveló que este plan solo tuvo como objetivo recaudar votos para la elecciones presidenciales de ese año.
“El interés que tenía el gobierno nacional era ganar votos. No tuvieron más interés en culminar. Rehabilitar es más costoso y difícil que volver a construir”, señaló.
¿Concluir o derribar las Torres del Sisal?
El año pasado, durante la celebración de la Conferencia regional por el diálogo, la paz y la convivencia, Adolfo Pereira, gobernador del estado Lara, anunció la convocatoria de una consulta popular para determinar el destino de las Torres del Sisal.
Pereira indicó que dentro de las opciones podrían incluir, la demolición de las torres, la creación de un parque o la construcción de viviendas.
Tras conocerse la noticia, El Impulso conversó con el presidente del Colegio de Ingenieros del estado Lara, Julio Gutiérrez, quién señaló que además de la ciudadanía, esto debería ser consultado con expertos en urbanismo, ingenieros civiles y arquitectos.
“Nuestra recomendación es que se haga nuevamente un estudio patológico para que elaboren un informe y que sean los especialistas, los expertos, que digan si es viable continuar con la construcción de las torres o no, eso por una parte”, afirmó. “Por la otra también hay que ver qué establece con los urbanistas y los arquitectos en la parte de planificación que sería lo más recomendable de realizar en ese espacio de terreno donde están ubicados las torres”.