El potencial de Venezuela para salir de la crisis es enorme, pero la tarea recae en los venezolanos comprometidos con la libertad. Así lo afirmó Ricardo Hausmann, exministro de Planificación de Venezuela y profesor de la Universidad de Harvard, durante su participación en el Foro OGAL.
Hausmann destacó la importancia de las movilizaciones populares que buscan no solo mejoras salariales, sino también el restablecimiento de la democracia. «Sin libertad, nada podrá llevarse adelante con éxito», aseguró.
El evento contó con la intervención de Antonio Ledezma, Coordinador General de OGAL, quien enfatizó la necesidad de prepararse para una transición hacia un desarrollo sostenible en Venezuela. Ledezma señaló las paradojas del país: «tenemos una Constitución, pero no hay seguridad jurídica; somos ricos, pero la gente está empobrecida; tenemos petróleo, pero no somos un país petrolero».
Ambos ponentes coincidieron en el potencial de Venezuela para producir energías renovables, la agroindustria y la recuperación de la industria petrolera. Hausmann señaló que «lamentablemente, Venezuela no es un país normal», donde no hay estadísticas confiables ni rendición de cuentas.
Para lograr la reconstrucción, Hausmann propone tres ingredientes: dinero, tiempo y organizaciones capaces. «La unidad no puede ser pactada, ha de emerger», añadió, enfatizando la importancia del apoyo popular a los líderes.
Hausmann también se refirió a la diáspora venezolana, estimada en 8 millones de personas. «Este talento debe expresarse», dijo. «Lo más importante es devolverle sus derechos a los treinta y pico millones de venezolanos, los protagonistas de la reconstrucción».
En definitiva, el mensaje de Hausmann es claro: la recuperación de Venezuela depende de la unidad, la lucha por la libertad y la construcción de un futuro mejor. «No se trata de lo que fue Venezuela, sino de lo que puede ser. Un país futuro es posible», concluyó.