Una de las injustas consecuencia que nos ha dejado el “Chavismo” como corriente política que se sumergió en la más artera demagogia al ofrecerle a la población venezolana justas reivindicaciones a través del socialismo, fue que profanó tal término por lo que en el sentimiento de nuestros nacionales se asocia “socialismo” con expresiones como “comunismo”, “tiranía”, “engaño”, en una palabra se relaciona con lo ruin, con lo perverso que despierta el más profundo rechazo.
Por otra parte, modernas corrientes de política económica, lideradas por el presidente argentino Javier Milei, abjuran la posibilidad de que una administración estatal exitosa le puede permitir a ciertas tendencias del bienestar colectivo la asistencia al desvalido, Adam Smith y su libro “La riqueza de las naciones” ronda cerca (no podemos dejar de pensar en Margaret Thatcher y Ronald Reagan estrechándose las manos). La idea central es que el libre mercado y la menor intromisión estatal en la economía es lo aconsejable. El mismo Smith en forma coloquial lo expresó contundentemente: “No es la benevolencia del carnicero, cervecero o panadero de donde obtendremos nuestra cena, sino de la preocupación por sus propios intereses”.
Sin embargo, a pesar de todos esos demonios desatados sobre “cualquier cosa que huela a socialismo”, creemos que debemos resaltar ideas básicas que enaltecen al socialcristianismo y a la socialdemocracia dirigidas a tratar de orientar a la sociedad por caminos de justicia que incluya un crecimiento económico con equidad. No se trata de un desarrollo de la riqueza a secas, sino de un crecimiento inclusivo, de un desarrollo humano sustentable a través de un trabajo meritorio con un salario plausible, pero a la vez reparar en el excluido por cualquier causa a fin de asistirlo con solidaridad y dignidad. Esas son las verdaderas bases de un gobierno socialcristiano o socialdemócrata, no la sarta de timos, chantajes y pillerías de aquellos que mancillaron el valioso contenido de estas ideas de justa reivindicación social .
Dentro del Movimiento DECODE de manera constante hacemos análisis sobre los escenarios sociales, económicos y políticos de Venezuela, nuestro afán y propósito responden a la necesidad de colaborar con la mayor eficiencia posible en los diagnósticos y soluciones de la crisis integral que sufrimos en el país. Con base en estas actividades críticas, pudimos determinar que es el fuerte arraigo del sentimiento democrático en gruesas capas poblacionales, el motor esencial de la emoción desencadenada que vemos en el país. Ese furor que despierta la líder María Corina Machado a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, se produjo luego de su participación en las primarias y al reiterar sin cansancio que nada la apartara de la ruta electoral.
Pero ese sentimiento democrático no nació de generación espontánea, sino que se sembró en Venezuela durante los gobiernos tutelados e inspirados por la Constitución de 1961. Fueron gobiernos cuya base doctrinaria se basaron en la socialdemocracia y en el socialcristianismo, ideologías que fueron las bases teóricas sobre las cuales se construyó todo el andamiaje político de la democracia venezolana, democracia que fue ejemplo para el mundo y que todavía sigue vigente en el espíritu de millones de venezolanos que actualmente apoyan con volcánica emoción la ruta electoral.
Muchas son las obras físicas que se construyeron en nuestro país durante los gobiernos de la Constitución de 1961, inmenso el auge educativo que prohijó junto a un crecimiento económico protegido legalmente, una poderosa clase media que empujó al país hacia niveles culturales y científicos reconocidos internacionalmente.
Inspirados en estos asertos, en el Movimiento DECODE decidimos rendirle homenaje a la corriente política que ha representado el socialcristianismo en Venezuela y concretamente en nuestro estado Lara, haciendo énfasis en que nuestro propósito es enaltecer la fibra democrática de esta ideología conjuntamente con la socialdemocracia, ambas corrientes políticas confundidas solidariamente en la lucha por el rescate del Estado de Derecho.
Para recordarnos los momentos estelares del socialcristianismo en Lara solicitamos la colaboración de un intelectual de alto nivel como Manuel Salvador Ramos, Chavol, quien además fue dirigente importante en nuestra región donde ocupó cargos de alta representatividad institucional, entre ellos la Presidencia de la Asamblea Legislativa. Como invitado de honor nos acompañará Ibrahim Sánchez Gallardo, un líder socialcristiano de grata recordación en esta región. En el rol de anfitrión y moderador estará Rafael Ignacio Montesdeoca, heredero de la bonhomía de su padre, Pepi.
Nos veremos el jueves 8 de junio, a las 10 de la mañana, en el Colegio Médico.
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez
