“Desconfía del hombre que sabe cuál es su responsabilidad y no la cumple…
Es como el caballo de bronce que siempre tiene la pata levantada pero nunca da el paso.”
“Un Mensaje a García», es un ensayo escrito por Elbert Hubbard en 1899.
Este mensaje lo recibí de una persona a quien le tengo un aprecio infinito. Me hizo recordar los días de universitario y trabajador en Ford Motor de Venezuela, por vez primera llegó a mí cuando mis padres, profesores, compañeros de trabajo y amigos, me enseñaron que…
EL LÍMITE ES UNO MISMO…
Narra la historia ficticia del presidente estadounidense McKinley durante la Guerra hispano-estadounidense, quien necesitaba enviar un mensaje urgente al general Calixto García, líder de las fuerzas insurgentes cubanas. Al no tener forma de contactarlo directamente, consultó a sus asesores, quienes le dijeron que era una tarea imposible. Sin embargo, un joven teniente llamado Andrew Rowan se ofreció “voluntario” para llevar el mensaje. Aceptó la misión sin preguntas ni excusas, tomó la carta y se adentró en Cuba. A pesar de enfrentar numerosos peligros y desafíos, finalmente logró encontrar a García y entregarle el mensaje.
Su éxito se atribuye a su iniciativa, determinación y capacidad para actuar sin dudar.
El mensaje de la carta a García es la importancia de la iniciativa individual y la responsabilidad personal.
“El progreso y el éxito no dependen de la inteligencia o las habilidades, sino de la voluntad de actuar y asumir la responsabilidad de las propias tareas.”
Rowan no esperó a que se le ordenara o se le diera permiso para actuar. Tomó la iniciativa y se ofreció voluntario para llevar el mensaje. Asumió la responsabilidad de completar la misión a pesar de los desafíos y peligros. No culpó a nadie más por su éxito o fracaso. No se dedicó a analizar en exceso la situación o a considerar todas las posibles dificultades…
Simplemente actuó y se adaptó a los desafíos que surgieron.
Rowan no se rindió cuando las cosas se pusieron difíciles. Perseveró y finalmente completó su misión.
La Carta a García es un mensaje relevante. Es un recordatorio de que todos tenemos el potencial de lograr grandes cosas si estamos dispuestos a tomar la iniciativa, asumir la responsabilidad y actuar con determinación.
Es una lectura popular y simplificada para individuos y organizaciones que buscan mejorar su desempeño.
La historia se desarrolla durante la guerra hispanoamericana (1898-1899), cuando Estados Unidos y España luchaban por el control de Cuba.
El presidente estadounidense, William McKinley, necesitaba comunicarse con Calixto García, líder de los rebeldes cubanos, para coordinar estrategias.
Rowan no es un oficial de alto rango ni tiene experiencia militar previa.
Sin embargo, es conocido por su confiabilidad, iniciativa y capacidad para hacer las cosas.
Acepta la misión sin dudarlo y se pone en marcha para encontrar a García, a pesar de las dificultades y los peligros. Realiza un viaje arduo y peligroso a través de territorio enemigo.
Supera obstáculos como terreno accidentado, clima hostil y la presencia de tropas españolas.
Demuestra su ingenio, determinación y perseverancia para completar su misión.
Encuentra a García y le entrega el mensaje del presidente, que contenía información crucial para el éxito de los rebeldes cubanos.
El éxito de Rowan demuestra el valor de la iniciativa individual, la responsabilidad y la acción decisiva.
Rowan toma la iniciativa para completar la misión, a pesar de no tener órdenes directas. Comprende la importancia de su tarea y se compromete a entregar el mensaje a toda costa. No duda ni se demora en tomar medidas, incluso frente a la incertidumbre y el peligro.
Completa la misión de manera rápida y efectiva, utilizando los recursos que tiene a su disposición.
Las lecciones de “Un mensaje a García” se pueden aplicar en todos los aspectos de la vida, desde el trabajo personal hasta el liderazgo. Nos enseña que podemos lograr grandes cosas si asumimos la responsabilidad, tomamos la iniciativa y actuamos con determinación. Nos recuerda que el éxito no siempre se trata de tener talento o recursos, sino de estar dispuesto a hacer lo que sea necesario para alcanzar nuestros objetivos.
Rowan no dudó ni cuestionó la orden. Aceptó la misión sin excusas y de inmediato comenzó a buscar la manera de cumplirla. Esta actitud proactiva es fundamental para el éxito en cualquier tarea. Comprendió la importancia del mensaje y asumió la responsabilidad de entregarlo. No se limitó a seguir instrucciones al pie de la letra, sino que tomó decisiones y actuó de forma independiente para completar la misión. El viaje estaba lleno de obstáculos y desafíos, sin embargo, no se rindió. Se enfrentó a cada dificultad con determinación y siguió adelante hasta alcanzar su objetivo. Confió en sus habilidades y en su capacidad para completar la misión. Esta autoconfianza le permitió superar los obstáculos y mantener una actitud positiva frente a la adversidad. No tuvo un plan definido para llegar a García. Se adaptó a las circunstancias que encontró y utilizó su ingenio para superar los imprevistos.
El “Mensaje a García” da valiosas lecciones psicológicas que se pueden aplicar en diversos aspectos de la vida:
La iniciativa, la responsabilidad y la tenacidad son cualidades esenciales para el éxito profesional. Las personas que demuestran estas cualidades son más propensas a ser valoradas y a tener oportunidades.
Alcanzar metas personales también requiere de iniciativa, perseverancia y una actitud positiva. Enfrentar los desafíos con determinación y creer en uno mismo son claves para superar obstáculos y alcanzar el éxito.
Los buenos líderes inspiran a otros a tomar iniciativa, asumir responsabilidades y ser tenaces en la consecución de objetivos. Crean un entorno en el que las personas se sienten empoderadas para actuar y contribuir al logro de metas comunes.
El “Mensaje a García” es un poderoso recordatorio de la importancia de la iniciativa, la responsabilidad, la tenacidad y la autoconfianza para alcanzar el éxito. Estas cualidades psicológicas son esenciales para cualquier persona que quiera triunfar, tanto en el ámbito personal como profesional. Fuente: José Manuel Rodríguez Gómez.
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Maximiliano Pérez Apóstol
