España, Noruega e Irlanda reconocieron formalmente el martes un Estado palestino en un esfuerzo coordinado entre los tres países de Europa occidental que eleva la presión internacional sobre Israel para que suavice su devastadora respuesta a la incursión de Hamás de octubre. Israel criticó la medida diplomática, que no tendrá repercusiones inmediatas en la guerra en Gaza.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, declaró en un discurso televisado a primera hora de la mañana del martes que era «una decisión histórica que tiene un único objetivo y es el de contribuir a que israelíes y palestinos alcancen la paz”.
El ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, criticó a España en la red social X y afirmó que el gobierno de Sánchez estaba “siendo cómplice de la incitación al genocidio contra los judíos y de crímenes de guerra”.
Irlanda y Noruega siguieron los pasos de España
Irlanda y Noruega siguieron poco después los pasos de España para formalizar un reconocimiento que habían anunciado de forma conjunta la semana pasada.
En el exterior de Leinster House, la sede del Parlamento irlandés en Dublín, se hizo una bandera palestina.
“Este es un momento importante y creo que envía al mundo la señal de que hay acciones prácticas que se pueden tomar como país para ayudar a mantener viva la esperanza y el destino de una solución de dos Estados en un momento en que otros están intentando, tristemente, bombardearla hasta el olvido», indicó el primer ministro de Irlanda, Simon Harris, antes de la reunión de su gobierno para hacer oficial la decisión.
Por su parte, el ministro noruego de Exteriores, Espen Barth Eide, dijo en un comunicado que “durante más de 30 años, Noruega ha sido uno de los más firmes defensores de un Estado palestino. Hoy, cuando Noruega reconoce oficialmente a Palestina como Estado, es un hito en la relación entre Noruega y Palestina”.
Aunque alrededor de 140 países han reconocido un Estado palestino — más de dos tercios de los que forman Naciones Unidas —, en el listado no está ninguna de las principales potencias occidentales. La incorporación de las tres naciones europeas al grupo podría elevar la presión para que Francia y Alemania, los pesos pesados de la UE, se replanteen su posición.
Las relaciones entre la Unión Europea e Israel se hundieron el lunes, en la víspera del reconocimiento oficial por parte de los socios comunitarios — España e Irlanda —, con Madrid insistiendo en que Bruselas debería tomar medidas contra Israel por sus continuos y letales ataques sobre la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.
Tras la reunión que mantuvieron el lunes los cancilleres del bloque, el ministro de Exteriores de Irlanda, Micheál Martin, dijo que “por primera vez en una reunión de la UE, de forma real, he visto un debate significativo sobre sanciones” a Israel.
El primer ministro irlandés insistió el martes en que la UE debería considerar imponer sanciones económicas a Israel y apuntó que “Europa podrían estar haciendo mucho más».
Noruega, que no forma parte de la UE pero suele alinear su política exterior con la del bloque, entregó el fin de semana documentación diplomática al gobierno palestino antes del reconocimiento formal.
Al mismo tiempo, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, mostró su respaldo a la Corte Penal Internacional, cuyo fiscal solicita órdenes de detención contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y otros, incluyendo los líderes del grupo insurgente Hamás.
La declaración formal y la disputa diplomática resultante se producen más de siete meses después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, luego de la incursión encabezada por los insurgentes en el sur de Israel el 7 de octubre que dejó 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y alrededor de 250 secuestrados. Israel respondió con una campaña aérea y terrestre que se ha cobrado la vida de 36.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre víctimas civiles y combatientes en su conteo.
El anuncio conjunto de España, Irlanda y Noruega la semana pasada provocó la airada respuesta de las autoridades israelíes, que convocaron a los embajadores de los tres países en Tel Aviv al Ministerio de Exteriores, donde fueron filmados mientras se les mostraban videos del ataque y los secuestros del 7 de octubre.
El primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, afirmó el lunes que su gobierno decidirá sobre el reconocimiento el jueves y que la decisión se trasladará al Parlamento para su aprobación final.
Estados Unidos y Reino Unido, entre otros, respaldan la idea de un Estado palestino independiente junto a Israel, pero sostienen que debe surgir de un acuerdo negociado. El gobierno de Netanyahu afirma que el conflicto solo puede resolverse mediante negociaciones directas.
En su discurso el martes, Sánchez apuntó que el reconocimiento de un Estado palestino era “una decisión que no adoptamos contra nadie, menos aún en contra de Israel, un pueblo amigo al que respetamos, al que apreciamos y con el que queremos tener la mejor relación posible”.
El líder socialista, quien anunció la decisión ante el parlamento la semana pasada, recorrió Europa y Oriente Medio durante meses para recabar apoyos para el reconocimiento. Además, pidió un alto el fuego permanente, la entrada de más ayuda humanitaria en Gaza y la liberación de todos los rehenes capturados por Hamás en su incursión.
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, se reunirá el miércoles en Madrid con el Grupo de Contacto Árabe, que incluye al primer ministro palestino, Mohammad Mustafa; al primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, y a los de Exteriores de Arabia Saudí, Turquía y Jordania.
Sánchez indicó que la iniciativa busca apoyar a la asediada Autoridad Palestina — que perdió el control político efectivo de Gaza en favor de Hamás — y expuso su visión para un estado gobernado por la entidad que debe conectar Cisjordania y Gaza a través de un corredor, con Jerusalén Este como su capital.
La Autoridad Palestina, respaldada por Occidente, gestiona partes de la Cisjordania ocupada por Israel, además de cooperar con Israel en cuestiones de seguridad y defender la solución de los dos Estados. Sus fuerzas fueron expulsadas de la Franja por Hamás cuando los insurgentes tomaron el poder allí en 2007.
Los palestinos llevan mucho tiempo reclamando un estado independiente en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, territorios capturados por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967. La idea de un corredor terrestre entre la Franja y Cisjordania a través de territorio israelí se ha discutido en rondas previas de conversaciones de paz, pero no se han celebrado negociaciones relevantes en más de 15 años.
“No reconoceremos cambios en las líneas fronterizas de 1967 que no sean los acordados por las partes”, apuntó Sánchez.
“Además, esta decisión refleja nuestro rechazo frontal, rotundo a Hamás, que está en contra de la solución de los dos estados», agregó. “España condenó desde el primer momento, y con toda contundencia, los ataques terroristas del 7 de octubre. Y esa condena es la expresión rotunda de nuestro compromiso absoluto en la lucha contra el terrorismo (…) Desde mañana mismo concentraremos todos nuestros esfuerzos en hacer realidad la solución de los dos estados”.
El gobierno de Irlanda dijo que nombrará un embajador y abrirá una embajada en Ramala, en Cisjordania.
Israel, que rechaza la posibilidad de un Estado palestino, retiró a sus embajadores en Irlanda, Noruega y España la semana pasada.
El ministro noruego, por su parte, añadió que “es lamentable que el gobierno israelí no muestre indicios de comprometerse de forma constructiva”
“El reconocimiento es una firme muestra de apoyo a las fuerzas moderadas de ambos países”, indicó Barth Eide.