Henry Ramos Allup, líder del partido Acción Democrática, destacó la presencia de dos figuras principales en la carrera presidencial venezolana: Nicolás Maduro, representante del gobierno actual, y Edmundo González Urrutia, quien simboliza a la oposición «auténtica». Allup desestimó la relevancia de otros candidatos, alegando que la verdadera contienda se centra en estos dos aspirantes.
«Porque aquí hay dos candidatos y nos llevamos a cuenta. El candidato del régimen que es Nicolás Maduro y el candidato de la auténtica oposición que es Edmundo González Urrutia. Lo demás es cuenta», comentó.
Durante su interacción con la prensa, Allup invitó a sus seguidores a promover la campaña electoral vistiendo la camiseta de la Mesa de la Unidad Democrática, evitando así símbolos partidistas y enfocándose en la unidad.
«Hemos sido tan cautos y tan prudentes que le hemos pedido a nuestros compañeros que no vayan con símbolos partidistas, que si algún símbolo se van a poner, que agarren la camisa con la tarjetita de la unidad a la manito y que salgan a hacer campaña como los adecos sabemos hacerla», confesó.
La transición del poder
Allup también abordó la complejidad de los seis meses que transcurren entre la elección presidencial y la asunción del cargo, señalando los desafíos que implica el control político que ejerce el gobierno actual sobre instituciones clave como el Tribunal Supremo y la Fiscalía. Reconoció que los titulares de gobernaciones y alcaldías, afiliados al partido gobernante, deben ser respetados, descartando cualquier acción abrupta que desconozca su legitimidad.
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«Por supuesto que se trata de una situación que tiene sus complejidades (…) Además, militantes del partido de gobierno son titulares de muchas gobernaciones y alcaldías que tú tienes que respetar, porque tú no puedes llegar con una especie de decreto Carmona y decir nada de esto existe. Eso existe», indicó.
Finalmente, el dirigente político sugirió la posibilidad de un acuerdo para reducir el lapso entre las elecciones y la toma de posesión del nuevo presidente. Argumentó que sería incómodo para Maduro continuar en el poder tras una derrota electoral y que la transición debe manejarse con astucia política, recordando que tanto el sucesor como el predecesor deben reconocer que estos cambios son parte natural de los sistemas democráticos.