Es una interrogante que nos resulta con sentido, siendo “voz populi”, que quienes fungen de dirigentes de las agrupaciones políticas larenses están actuando en algunos caso, con un injustificado protagonismo, como si los años no pasaran por encima, además de una absurda sobre estimación política, sólo existente en sus respectivas clientelas, confiados que la sociedad civil aceptará lo que les venga en gana ¡craso error! y la ausencia de jóvenes e independientes en sus actos lo corroboran.
La precedente realidad la observó el presidente Antonio Guzmán Blanco, cuando visitara a Barquisimeto (1874) hospedándose en casa del general Ramón Escovar, ubicada hoy en la carrera 17 con calle 22, recibiendo en privado a una docena de personas, liberales y conservadores, que al entrar y salir de la breve audiencia sólo escuchó improperios entre los mismos — El que va entrar no sirve, el que se fue es ladrón — En tiempos de la democracia en Lara, no se pudo contener en la búsqueda de liderar las sucesivas campañas electorales que la Dirección Nacional dispuso que Reinaldo Leandro Mora dirigiera la campaña presidencial de Gonzalo Barrios. Cuando Carlos Andrés Pérez a Alejandro Izaguirre, con Luis Piñerúa Ordaz, Homero Parra, la de Jaime Lusinchi, Juan Pedro del Moral y Pérez II a David Coiran.
Resulta, que para variar, una vez más, cada quien arrima la brasa a su sardina como si estuviéramos en una democracia plena y de ello están en cuenta los jefes de arriba mientras el adversario acorralado luce unificado en medio del calvario a la derrota, pero activando el manual cubano de fraudes lo que no es de dudarlo, conociendo las mañas perversas para mantenerse en el poder, como esa de cerrar una venta de empanadas, porque allí desayunó la líder de Vente Venezuela, María Corina Machado, que difuntamente los tiene desquiciados
Todo indica, un desencuentro entre las organizaciones que apoyan la candidatura, escogida por consenso y en ese sentido unos y otros, se ven con derecho a dirigir el proceso electoral, sin sopesar que no es el momento para oportunismo de muchos generales sin tropas, por lo que el ambiente no es esclarecedor, porque se piensa sólo en el 2025, hacia «el quítate tú para ponerme yo» olvidándose de la responsabilidad de una transición, por lo demás peligrosa si no la asumen las más lúcidas mentalidades de la República, porque no es el tiempo de los partidos políticos. Ya habrá su momento para reaparecer, modificándose toda la legislación electoral incluyendo la de «Partidos Políticos» y la experiencia de las primarias en Lara está aún fresca, cuando se recurrió a la doctora Nelly Cuenca de Ramírez, por su alejamiento a pugnacidades internas, capacidad, tolerancia para garantizar una transparente participación que no se siente ahora, con lo cual de delata cierta desestabilidad práctica en el objetivo común, de asegurar un Padrón Electoral eficiente, en aras del triunfo del candidato Edmundo González Urrutia y por lo demás se debe estar claro, que ésa práctica llegó para quedarse, a los fines de cualquier cargo de elección popular, porque el pueblo se cansó de imposiciones ¿entonces, porque no recurrir de nuevo a ella y a su consensuado equipo? lo que garantiza el triunfo de González Urrutia.
Jorge Ramos Guerra