Hamás disparó el domingo una andanada de cohetes desde Gaza que hizo sonar sirenas de ataque aéreo hasta Tel Aviv por primera vez en meses, en una muestra de resistencia a más de siete meses de la masiva ofensiva aérea, marítima y terrestre de Israel.
No hubo informes inmediatos de víctimas o daños en lo que parecía ser el primer ataque con cohetes de largo alcance desde Gaza desde enero. Desde entonces, los milicianos palestinos han seguido disparando esporádicamente cohetes y granadas de mortero contra comunidades a lo largo de la frontera de Gaza.
El ala militar de Hamás reivindicó el ataque y se pudieron escuchar lanzamientos de cohetes en el centro de Gaza. El ejército israelí dijo que ocho proyectiles cruzaron hacia Israel después de ser lanzados desde el área de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, donde las fuerzas israelíes lanzaron recientemente una incursión. Indicó que “varios” de los proyectiles fueron interceptados.
Antes el domingo, camiones de ayuda entraron en Gaza desde el sur de Israel tras un nuevo acuerdo para evitar el paso de Rafah con Egipto, después de que fuerzas israelíes tomaran el lado palestino del cruce a inicios de este mes. Pero no estaba claro que los grupos humanitarios pudieran acceder al material debido a los combates en la zona.
Egipto se niega a reabrir su lado del paso de Rafah hasta que el control del lado de Gaza se devuelva a los palestinos. Aceptó desviar temporalmente el tráfico por el paso de Kerem Shalom, la principal terminal de mercancías de Gaza, tras una llamada entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Egipto, Abdul Fatá el Sisi.
Sin embargo, ese paso ha estado inaccesible en gran parte debido a los combates asociados a la ofensiva israelí en la cercana ciudad de Rafah. Israel dice que ha dejado pasar a cientos de camiones, pero las agencias de Naciones Unidas dicen que suele ser demasiado peligroso recoger el material de ayuda en el otro lado.
Casi 36.000 palestinos han muerto en los ocho meses de guerra, según el Ministerio de Salud gazatí, que no distingue entre combatientes y civiles. En torno al 80% de los 2,3 millones de habitantes del territorio han huido de sus hogares, el hambre es generalizada y funcionarios de Naciones Unidas dicen que partes del territorio sufren hambruna.
Hamás desencadenó la guerra con su ataque del 7 de octubre contra Israel, en el que milicianos palestinos mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron unos 250 rehenes. Hamás aún retiene a unos 100 cautivos y los restos de otros 30 después de que la mayoría de los demás fueran liberados durante un cese el fuego el año pasado.
Hamás afirmó haber capturado un soldado israelí en combates en el norte de Gaza y publicó un video el sábado por la noche que mostraba a un hombre herido al que se estaba arrastrando por un túnel. El ejército israelí negó que cualquiera de sus soldados hubiera sido capturado y Hamás no ofreció otras pruebas para respaldar su afirmación.
Por otro lado, el ejército israelí dijo haber detenido a un sospechoso por un video muy difundido en el que un hombre vestido de soldado israelí amenazaba con un motín. En el video, el hombre dijo que decenas de miles de soldados estaban dispuestos a desobedecer al ministro de Defensa, Yoav Gallant, por su sugerencia de que los palestinos deberían gobernar Gaza después de la guerra, y juró lealtad solamente al primer ministro, Benjamin Netanyahu.
No estaba claro si el hombre estaba en servicio activo, ni dónde ni cuándo se había grabado el video. Yair Netanyahu, hijo del primer ministro, había compartido el video en redes sociales, lo que fue criticado por rivales políticos. La oficina del primer ministro publicó un breve comunicado condenando la insubordinación militar en todas sus formas.
El sur de Gaza está en gran parte aislado de la ayuda
La televisora estatal egipcia Al-Qahera TV emitió imágenes de lo que dijo eran camiones entrando en Gaza por Kerem Shalom. Khaled Zayed, director de la Media Luna Roja Egipcia en la Península del Sinaí, que gestiona la entrega de ayuda desde el lado egipcio del cruce de Rafah, dijo a The Associated Press que estaba previsto que 200 camiones de ayuda y combustible pasaran por Kerem Shalom el domingo.
En un primer momento, no estaba claro si la ONU había podido recuperar la ayuda desde el lado de Gaza.
El sur de Gaza ha estado aislado en gran parte de la ayuda desde que Israel emprendió el 6 de mayo lo que ha descrito como una incursión limitada en Rafah. Desde entonces, más de un millón de palestinos han huido de la ciudad. La mayoría ya se habían visto desplazados de otras zonas del asediado territorio.
El norte de Gaza, aislado en su mayor parte por las tropas israelíes durante meses y donde el Programa Mundial de Alimentos de la ONU dice que ya hay una situación de hambruna, aún recibe ayuda por dos rutas terrestres que abrió Israel ante la indignación internacional después de que ataques israelíes mataran a siete cooperantes en abril.
Unas pocas decenas de camiones han entrado también en el enclave a través de un muelle flotante construido por Estados Unidos, pero su capacidad está muy por debajo de los 150 camiones diarios a los que aspiraban responsables humanitarios. Grupos de ayuda han dicho que el territorio necesita 600 camiones al día para cubrir las enormes necesidades humanitarias.
Netanyahu ha dicho que Israel debe tomar Rafah para eliminar a los últimos batallones de Hamás y alcanzar su objetivo de “victoria total” sobre los milicianos, que recientemente se han reagrupado en otras zonas de Gaza por las que ya había pasado el ejército.
El mandatario enfrenta una creciente presión de la población israelí para que llegue a un acuerdo con Hamás para liberar a los rehenes que quedan, algo que Hamás se ha negado a hacer si no hay garantías de que la guerra terminará y las tropas israelíes se retirarán por completo. Netanyahu y otros líderes israelíes lo han descartado.
Policías y manifestantes chocaron el sábado en Tel Aviv después de que miles de personas se congregaran para protestar contra el gobierno y reclamar que traiga de vuelta a los rehenes. Los manifestantes pidieron la renuncia del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y exigieron nuevas elecciones.
La presión internacional también va en aumento, conforme la guerra deja a Israel cada vez más aislado en la comunidad internacional.
Tres países europeos anunciaron esta semana que reconocerían un estado palestino y el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional pidió órdenes de arresto contra Netanyahu, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, y tres líderes de Hamás.
El viernes, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel que detenga su ofensiva militar en la ciudad de Rafah. El máximo tribunal de Naciones Unidas también dijo que Israel debe dar acceso a Gaza a investigadores de crímenes de guerra.
Es improbable que Israel acate las órdenes y ha criticado duramente la iniciativa en la CPI de solicitar órdenes de detención contra sus líderes. Israel afirma que hace todo lo posible por evitar el daño a los civiles y culpa a Hamás de las muertes porque los milicianos operan en zonas residenciales densamente pobladas.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo el domingo que en las 24 horas previas habían llegado a hospitales locales los cuerpos de 81 personas que murieron en ataques israelíes. Eso elevaba el total de muertos en la guerra a al menos 35.984. El ministerio no distingue entre civiles y combatientes en su conteo.
El gobierno israelí ha dicho que 14.000 milicianos y 16.000 civiles han muerto en Gaza desde que comenzó la guerra, sin presentar pruebas.