El FC Barcelona ha comunicado este viernes la destitución de Xavi Hernández como entrenador del primer equipo. La decisión se produce tras una temporada plagada de altibajos y la consecución de resultados que no han cumplido con las expectativas establecidas por la directiva y la afición.
Xavi, quien llegó al banquillo azulgrana en noviembre de 2021 con la difícil tarea de reconstruir un equipo golpeado por la crisis institucional y deportiva, dirigirá su último partido este domingo en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla.
La noticia llega apenas un mes después de que el presidente Joan Laporta escenificara públicamente la continuidad del técnico catalán hasta junio de 2025. Sin embargo, el desgaste acumulado, tanto a nivel deportivo como institucional, ha precipitado finalmente la destitución de Xavi.
Xavi Hernández tiene una amarga despedida
La etapa de Xavi en el Barcelona ha estado marcada por la irregularidad. Si bien el técnico catalán logró levantar la Copa del Rey en 2022, su paso por el banquillo azulgrana se ha visto empañado por la eliminación en Champions League y la consecución de resultados ligueros que han dejado al equipo lejos de la pelea por el título.
La destitución de Xavi supone un nuevo giro en la convulsa historia reciente del FC Barcelona. La directiva azulgrana ya se ha puesto en marcha para buscar un nuevo entrenador, y todo apunta a que el alemán Hansi Flick, ex técnico del Bayern Munich, será el elegido para tomar las riendas del equipo.
Destitución deja un futuro incierto para el Barcelona
La destitución de Xavi también tendrá un impacto económico considerable para el Barcelona. Según fuentes del club, el coste de rescindir el contrato del técnico y su cuerpo técnico podría ascender a los 20 millones de euros, una cifra que agrava aún más la delicada situación financiera de la entidad azulgrana.
Además, la destitución de Xavi deja al Barcelona en una encrucijada. Con un nuevo entrenador en el horizonte y un proyecto deportivo aún por definir, el club azulgrana deberá afrontar los próximos meses con la incertidumbre de saber cómo construir un equipo competitivo que le permita volver a luchar por los grandes títulos.