Israel ha condenado enérgicamente la reciente solicitud del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) para emitir una orden de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. La acusación, que Israel califica de “infundado libelo de sangre”, se centra en supuestos crímenes de guerra cometidos durante el conflicto de siete meses en la Franja de Gaza.
Un oficial israelí expresó a las agencias internacionales que este acto por parte de la CPI ha cruzado una línea roja en lo que consideran una guerra legal contra el único Estado judío y la única democracia en Oriente Medio. Sin embargo, aseguró que esto no disuadirá a Israel de defenderse y alcanzar sus objetivos de una guerra justa.
Cabe recordar que el fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, anunció su intención de solicitar órdenes de arresto no solo para Netanyahu, sino también para su ministro de defensa, Yoav Gallant, y tres líderes de Hamás: Yehia Sinwar, Mohammed Deif e Ismail Haniyeh.
Khan los acusa de ser responsables de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad tanto en la Franja de Gaza como en Israel.
El siguiente paso en este proceso legal es la solicitud formal de las órdenes a un comité de tres jueces previo al juicio. Este comité tiene la tarea de revisar las pruebas presentadas y determinar si hay suficiente fundamento para proceder con el juicio, un proceso que se estima tomará aproximadamente dos meses.