La segunda intervención de Primero Justicia, es muy peculiar y parece formar parte de una maniobra conjunta entre el máximo juzgado y el Consejo Nacional Electoral (CNE) para golpear la candidatura del abanderado de la Plataforma Unitaria, Edmundo González Urrutia, de acuerdo con la evaluación del caso realizado por Acceso a la Justicia.
El pasado 22 de abril la Sala Constitucional anunció su sentencia n.º 207 (cuyo texto completo no ha sido publicado aún), en la cual designó al diputado y candidato presidencial José Dionisio Brito como presidente de la junta directiva ad hoc de PJ, a pesar de haber sido expulsado de su partido en 2020 por presuntos hechos de corrupción. Tras encomendar la tarea de «llevar adelante el proceso de reestructuración necesario de la organización», la instancia autorizó a Brito a «utilizar la tarjeta electoral, el logo, símbolos, emblemas, colores y cualquier otro concepto propio de dicho partido político», y acto seguido le ordenó al CNE para que «de manera provisoria, (se abstuviera) de aceptar cualquier postulación para procesos electorales que no sea acordada (…) por la junta directiva ad hoc».
Apenas horas después de conocido el fallo, cuyo contenido sigue siendo un misterio, el árbitro le dio a Brito 48 horas para que decidiera qué candidatura iba a respaldar la formación ahora bajo su control. Días después, el CNE anunció que había admitido la solicitud del diputado para que PJ respaldara su postulación a la silla del Palacio de Miraflores. Así consta en la resolución que el organismo aprobó el 28 de abril.
En dicho documento también se anuncia que el CNE aceptó que los partidos Un Nuevo Tiempo (UNT) y Movimiento por Venezuela (MPV) respaldaron la nominación del embajador Edmundo González Urrutia, quien fue escogido para reemplazar a la ganadora de las primarias opositoras, la exdiputada María Corina Machado, a quien las autoridades han impedido participar en este proceso.
Cambiando o ignorando las reglas de juego
La decisión del CNE de admitir la postulación de Brito bajo los colores de PJ es una violación flagrante de las normas que el mismo organismo comicial ha impuesto para estos comicios. El pasado 15 de marzo el árbitro dictó su resolución n.º 240315-021, en la cual anunció cuáles eran 37 los partidos y movimientos políticos a los que autorizó a participar en las presidenciales del próximo 28 de julio y entre ellos no figuraba la formación fundada a finales del siglo pasado por el ex diputado Julio Borges, los ex alcaldes de Baruta y Chacao, Gerardo Blyde y Leopoldo López, y el exgobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski.
Lo ocurrido con PJ pone aún más en entredicho la actuación del Poder Electoral, entre otras razones porque revela la desigualdad en su proceder al no garantizar la igualdad entre todas las organizaciones.
Asimismo, la decisión también contradice lo establecido en el artículo 7 de la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones, el cual establece que «los partidos políticos adoptaran una denominación distinta de la de otros partidos políticos debidamente registrados» y prohíbe que «en forma alguna» puedan «parecerse» fonética y gráficamente.
PJ y otro partido bajo el control de Brito, el Movimiento Primero Venezuela, comparten los mismos colores y sus nombres son muy similares, algo que en otras circunstancias podría confundir a los electores al momento de emitir su voto.
En el limbo
Una vez materializada la decisión del CNE, las próximas presidenciales serán las primeras en casi 7 años en los que la tarjeta de PJ aparecerá en el tarjetón electoral. La formación decidió no participar en las municipales de 2017 ni en las cuestionadas presidenciales de 2018, una posición que le valió la orden por parte del TSJ y de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de tener que someterse a un proceso de validación.
Sin embargo, todo se complicó aún más en junio de 2020, cuando la Sala Constitucional dictó su sentencia n.º 72, en la cual intervino el partido a solicitud de Brito. El legislador denunció que la directiva entonces encabezada por Borges atropellaba a la militancia al expulsar a miembros, como él, y se negaba a convocar elecciones internas para renovar a las autoridades de la formación.
No obstante, semanas después la instancia anunció su sentencia n.º128, en la cual suspendió su decisión de poner a José Brito al frente del partido, pero no le devolvió la formación a la anterior directiva. ¿Qué argumentos esgrimió la Sala? Se desconoce, porque casi 4 años después la decisión no ha sido publicada.
Este segundo fallo dejó a PJ sin autoridades reconocidas por ninguna instancia, lo que le impidió figurar en el tarjetón para procesos como las «megarregionales» de 2021 y la repetición de las elecciones para escoger al gobernador de Barinas que se celebraron en 2022. Esto a pesar de que la formación celebró a mediados de 2022 elecciones internas.
Convenientemente José Brito pidió al TSJ resolver esta situación, una vez que los dirigentes de PJ decidieron respaldar a Edmundo González Urrutia como candidato presidencial. Esto expresó a mediados de marzo:
«(El partido) quedó en un limbo jurídico, la verdad es que quedó en el aire y queremos determinar si eso sigue así o si esa tarjeta está facultada para postular y de ser así, quiénes son los facultados para postular (…) Hay que definir quién puede usar la tarjeta electoral de Primero Justicia para postular a las presidenciales de 2024».
Ocultando al rival
Las decisiones del TSJ y del CNE harán que el rostro de José Brito aparezca en cuatro ocasiones en el tarjetón: el diputado ya se había postulado por su propio partido, Movimiento Primero Venezuela, y también por Venezuela Unida y Unidad Visión Venezuela, según consta en el borrador de boleta electoral presentado por el organismo comicial a mediados del mes pasado, y terminó de confirmarse con el tarjetón electoral divulgado días atrás con 38 partidos (incluido PJ) y 10 candidatos.
En contraposición, González Urrutia hasta ahora solo aparecerá en las tarjetas de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), de UNT y de MPV, lo que representa el 7,89 % de casillas de la boleta electoral, esto a pesar de que más de una docena de organizaciones respaldan al diplomático, pero la inmensa mayoría de ellas están intervenidas judicialmente o no han recibido el visto bueno del CNE para participar en las elecciones.
Por su parte, el aspirante a la reelección, Nicolás Maduro, estará en trece ocasiones en el tarjetón (34,21%), seguido de Antonio Ecarri y Luis Eduardo Martínez, quienes estarán bajo los colores de seis formaciones distintas (15,79% de la boleta para cada uno); seguidos de Brito con cuatro respaldos (10,53% del tarjetón), Ceballos con dos (5,26%) y Javier Bertucci, Benjamín Rausseo, Claudio Fermín y Enrique Márquez con una tarjeta cada uno (2,63 %).
Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?
La nueva intervención de PJ es otra muestra de cómo la dupla conformada por el TSJ y el CNE actúa para favorecer los intereses del partido de Gobierno. Sin embargo, en este caso la actuación del árbitro electoral es particularmente dañina, porque estableció categorías de partidos políticos dándoles un trato diferente, sin promover ningún tipo de igualdad de oportunidades.
El CNE también violó el principio de neutralidad o imparcialidad, que le prohíbe dejarse influenciar por intereses políticos o partidistas. Así las cosas, el árbitro le dio ventaja a un partido en detrimento de otros para hacer de ello un medio de favoritismo o para beneficio del oficialismo.