Existen dos áreas básicas en la vida de un individuo: la familia y el trabajo. La forma de enfrentarse a ellas también revela su grado de asertividad.
Para ser asertivo en cualquiera de las dos áreas, hay que poseer una orientación activa y fijarse metas que consoliden la autoestima. En la relación íntima de la familia y el amor, el propósito debe ser la franqueza, la comunicación y el compartir todo el propio ser emocional. Los sentimientos vienen primero.
En el trabajo, el énfasis asertivo es exactamente a la inversa. La actuación viene primero; los sentimientos después. El propósito consiste en la productividad y el logro. El trabajo se convierte en extensión de uno mismo y en expresión de sí, el trabajo se convierte en extensión de uno mismo y en expresión en sí. A esto van el estilo, el ritmo, la velocidad, el modo peculiar de enfrentarse a los problemas.
Cuanto más asertivo sea alguien en relación con el trabajo y más dispuesto se halle a afirmar con su actuación “este soy yo”, mayores satisfacciones obtendrá; existen cinco artes básicas de la aserción en el trabajo: orientación activa, capacidad para hacer el trabajo, control de la ansiedad y las emociones, buenas relaciones interpersonales y arte para negociar.
La orientación activa, refleja el hábito de meditar bien las metas de trabajo; los pasos que se han de dar para conseguirlas y como utilizar el talento al llevarlas a cabo.
Capacidad para hacer el trabajo; es importante, en primer lugar, dominar las artes necesarias para el trabajo en particular. Pero también es primordial tener dominio propio, poseer buenos hábitos de trabajo, disciplina y concentración.
Control de las ansiedades y temores, las reacciones emocionales inadecuadas interfieren en la realización del trabajo. Las tensiones generales pueden provocar fatiga, irritabilidad y juicios erróneos. El temor a una situación específica de trabajo puede llevar puede llevar a evitar las tareas necesarias para que se realice el trabajo e impedir al sujeto conseguir sus metas en el empleo.
Buenas relaciones interpersonales, la mayoría de los despidos en las organizaciones obedecen a que algunos no saben llevarse bien con los demás. Hay que ser capaz de relacionarse a nivel horizontal y vertical en la estructura jerárquica, saber pedir favores rebajarse ni molestarse, decir no cuando es necesario y rechazar los desaires con dignidad.
El arte de negociar, este requiere un conocimiento de la sociedad laboral y las artes específicas que le permitirán al sujeto trabajar con el fin de conseguir sus metas particulares, respetando a los otros.
Msc. Julio Cesar Vargas
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