El sábado comenzaron a caer más lluvias en el ya inundado estado brasileño de Rio Grande do Sul, donde se estima que empeorarán en los próximos días y muchos de los que quedan son personas pobres con capacidad limitada para trasladarse a zonas menos peligrosas, que no tienen a dónde ir.
Más de 15 centímetros (casi seis pulgadas) de lluvia podrían caer durante el fin de semana y probablemente empeorarán las inundaciones, según el boletín del viernes por la tarde del instituto nacional de meteorología de Brasil. Dijo que también existe una alta probabilidad de que los vientos se intensifiquen y aumenten los niveles de agua en la laguna de Patos junto a la capital del estado, Porto Alegre, y sus alrededores.
Hasta el sábado por la tarde caían fuertes lluvias en las regiones norte y central del estado y el nivel del agua aumentaba.
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Damnificados pobres no tienen a dónde ir
Carlos Sampaio, de 62 años, vive en una comunidad de bajos ingresos junto al estadio del club de fútbol Gremio en Porto Alegre. Su casa de dos pisos también funciona como bar deportivo.
Aunque el primer piso está inundado, dijo que no se irá, en parte por temor a los saqueadores en su vecindario de alta criminalidad, donde la policía porta rifles de asalto mientras patrulla las calles inundadas. Pero Sampaio tampoco tiene adónde ir, dijo a The Associated Press.
Inundaciones empeorarán en el sur de Brasil
Al menos 146 personas han muerto en las inundaciones desde que comenzaron la semana pasada, 128 más están desaparecidas y al menos hay 372 heridos, el número de personas desplazadas de sus hogares a causa de las lluvias torrenciales ha superado 620.000, de las cuales 70.000 se han refugiado en gimnasios, escuelas y otros lugares temporales. Asimismo, 10.555 animales han sido evacuados de zonas de riesgo.
En Brasil, los pobres suelen vivir en casas construidas con materiales menos resistentes, como la madera, y en zonas no reguladas más vulnerables a los daños causados por condiciones climáticas extremas, como zonas bajas o laderas empinadas.
Habitantes de Rio Grande do Sul
“No podemos decir que lo peor ya pasó”, dijo el viernes el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, en las redes sociales. El día anterior estimó que se necesitarán 19.000 millones de reales (3.700 millones de dólares) para reconstruir el estado.
Rio Grande do Sul tiene el sexto producto interno bruto per cápita más alto entre los 26 estados de Brasil y el distrito federal, según el instituto nacional de estadísticas. Muchos de los habitantes del estado descienden de inmigrantes italianos y alemanes.
“En el imaginario popular, la población de Rio Grande do Sul es vista como blanca y acomodada, pero esa no es la realidad”, afirmó Marília Closs, investigadora de la Plataforma CIPO, un grupo de expertos sobre el clima.
Tragedia devastadora empeorará en el sur de Brasil
La escala de devastación puede ser más comparable al huracán Katrina, que azotó Nueva Orleans en 2005, escribió en una nota el viernes Sergio Vale, economista jefe de MB Associates.
El instituto de meteorología prevé que la llegada de una masa de aire frío y seco reducirá las posibilidades de lluvias a partir del lunes. Pero también significa que las temperaturas descenderán bruscamente, hasta alcanzar el punto de congelación el miércoles. Eso hace que la hipotermia sea una preocupación para quienes están mojados y sin electricidad.